En Budapest, veinticuatro años después
Desde mi córner
El Betis ya conoce a qué sabe ganar en la capital de Hungría tras vencer al Vasutas en otoño del 97
Las vueltas que da la vida, tan frecuentes que ni siquiera la pandemia logra impedirlas. Ayer se cumplía un año de aquella catástrofe de Getafe que sirvió para que el Betis tocase fondo y hubiera quienes se solazaran por haber calificado a Pellegrini en su llegada como una nueva versión de lo que significó el paso de Carlos Timoteo Griguol por el club verde, blanco y verde. ¿Da vueltas la vida o no, queridísimo lector?
Tantas vueltas da la vida que ni Ángel ni Cucurella, los dos getafenses que ajusticiaron al Betis, siguen en el club de Ángel Torres, pero es que, además, el equipo del imprudentemente calificado como Griguol 2 espera en Budapest la cita con el Ferencvaros en el Groupama Arena. Ya ello vamos, al segundo compromiso continental del equipo de Pellegrini tras su rutilante rentrée de hace dos jueves con un rival del pedigrí del Celtic, el equipo de los católicos de Glasgow.
Espera el Ferencvaros, que en magiar es el Ferencvárosi Torna Club, que viste de verde Betis y que viene de ganarle 3-1 al Ujpest Dosza ocupando actualmente la segunda plaza de una tabla capitaneada por el Varda. Recordemos que el antecedente bético en aventuras húngaras se va a 1997 con Luis Aragonés en el puente de mando y el Vasutas de Budapest al otro lado de la cancha. Como anécdota destaquemos que uno de los goleadores en aquella victoria fue Alexis.
Por tanto, veinticuatro años después, también en otoño, el Betis vuelve a Budapest. Ese Betis que Manuel Pellegrini ha transformado para convertirlo en una tropa competitiva a la que resulta complicado derrotar. De hecho, en este 2021 es el equipo de las grandes Ligas europeas que menos veces ha caído. Esperemos que siga en esta línea, con esa competitividad que le ha insuflado un ingeniero chileno logrando que la ilusión haya renacido entre los béticos.
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