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Betis: intimidación con la frontera en el área

Valencia - Betis | Los jugadores, uno por uno

Al equipo verdiblanco, ante un Valencia que decidió esperarlo con un 4-4-2 estático, le faltaron más referencias ofensivas para explotar el miedo del rival

Setién volvió a reaccionar muy tarde

Bartra se adelanta a Carlos Soler. / Juan Carlos Cárdenas (Efe)
Juan Antonio Solís

01 de marzo 2019 - 04:14

El Betis de hoy es un equipo con centrales que juegan al fútbol como ya quisieran muchos centrocampistas de Primera; con un medio centro, William Carvalho, cuya morfología responde más a una pieza defensiva y es todo lo contrario, un caudal de pases, aperturas y arrancadas; más tres jugadores preñados de talento para marcar diferencias entre líneas, como son Canales, Lo Celso y Joaquín. Esa acumulación de peloteros intimida. Al Valencia, de hecho, le metió miedo en la primera parte. Pero de nuevo pagó el Betis, esta vez con el más dulce sueño roto, esa falta de pólvora, de referentes arriba.

Defensa

Quique Setién quiso ser consecuente con sus ideas en el partido más importante de la temporada y quizás de su carrera, y mantuvo esa defensa de tres centrales con Joaquín por la derecha y Francis por la izquierda. La baja de Júnior llevó de nuevo a su compañero desde el filial al costado siniestro, ya que Guardado volvió a la zona ancha para fortificarla junto a William Carvalho.

Departamento de Infografía

Aunque el foco de inquietud podía manar de ese costado izquierdo con Francis, en la primera parte las contadas incursiones del Valencia llegaron con la conexión Guedes-Gayà por la otra zona del campo. Lo único que hizo bien en ataque el equipo levantino hasta el intermedio fue volcar el ataque hacia la banda contraria en pocos toques. Pero la defensa bética se impuso en el área al corte. Sólo falló otra vez a balón parado en un saque de esquina desde la izquierda que cabeceó a placer, pero sin precisión, Gabriel Paulista (11’).

En la segunda parte, el desajuste de Mandi al quedar descolgado en la arrancada de Piccini y su pase al espacio a Gameiro –un delantero que concibe el fútbol así, al espacio– lo cambió todo. Pero el Valencia tampoco es que se animara a atacar de verdad los enormes espacios que concedió el Betis con los cambios.

Ataque

Jesé sorprendió en la primera parte como único punta, partiendo desde la izquierda, entre Piccini y Gabriel Paulista, para meterse en el área y descargar atrás de espaldas –como en el tiro de Joaquín (8’)– o chutar él mismo, –como en el pase de Guardado (39’)–, pero ese reajuste perdió gas en la segunda parte y el gol en el minuto 55 disipó los miedos en el Valencia e inyectó desilusión en los béticos. La cabeza jugó más que las piernas en esa fase y Setién tardó en reaccionar para sacudir el árbol, reactivar algún resorte ofensivo más. Al Betis le falta colmillo por naturaleza, pero hay que tratar de buscarlo como sea probando. Y Tello y Feddal tan tarde no pareció la mejor respuesta.

Sólo la sensación de peligro que manaba de la conexión Joaquín-Canales en la zona derecha, con combinaciones en las que entraba también Mandi, inquietaba al Valencia, pero Marcelino metió a Diakhaby para blindar por arriba a los suyos.

Virtudes

Se plantó con personalidad y llegó a intimidar.

Talón de Aquiles

Su intimidación es más aparente que efectiva al final por esa escasa pólvora.

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