El Betis grita al cielo de Sevilla que es CAMPEÓN de España
Fútbol | Final Copa del Rey
Los verdiblancos conquistan el título ante el Valencia después de 17 años gracias a su acierto en los lanzamientos en la tanda de penaltis
Los cinco lanzadores de la escuadra de Pellegrini habían entrado de refresco al campo en otro gran acierto al chileno
Joaquín celebra su segunda Copa entre lágrimas: "Por todos los béticos, muchas gracias"
El Real Betis Balompié es campeón de España y lo hizo al calor de todos los suyos, en Sevilla, para que la reconciliación con la gloria después de 17 años tuviera todos los ingredientes para el disfrute de la fiel infantería verdiblanca. Y para que este gran éxito tuviera aún más literatura se finiquitaba la cosa con un lanzamiento de penalti de uno de los suyos, de un joven llamado Juan Miranda que había utilizado las redes sociales alentar al beticismo a ese disfrute máximo que es conquistar un título.
Era el epílogo justo para lo desarrollado sobre el campo a lo largo de 120 minutos que tuvieron la prolongación de los lanzamientos desde el punto de penalti para que todos los béticos gozaran a lo grande en las gradas del Estadio de la Cartuja. Eran un montón de recuerdos, una infinidad de vivencias con los seres queridos, con los que están y con los que ya se fueron, y todo eso se venía de golpe a las mentes de los béticos que se dieron cita en las gradas para gozar de una noche que ya será inolvidable para siempre. Tanto que equiparará a este recinto sevillano con el Vicente Calderón por los tiempos de los tiempos.
¿Y por qué fue justo el resultado final? Muy sencillo, el equipo de Pellegrini fue el que propuso una labor constructiva desde el minuto y el que persiguió por encima de cualquier otra finalidad hacerle daño al rival a través del balón, de tocarlo, de buscar las vías adecuadas para llegar hasta el gol. Enfrente estaba un rival, como es habitual en las escuadras de Bordalás, que se sentía a gusto con otro tipo de daño, con las faltas, con interrumpir las jugadas, con establecer una güerra algo más sucia.
No, no son clichés en este caso, es la pura verdad y conste que si el resultado de la tanda de penaltis hubiera sido otro la manera de ver las cosas de este cronistas que tanto depende del marcador final hubiera sido algo diferente. Por supuesto que sí, el fútbol sólo entiende del tanteo que se registra en el acta arbitral y de las caras de felicidad de los aficionados que festejan el triunfo de los suyos. No hay más, los casi treinta mil béticos que estaban en las gradas fueron los que se marcharon con la sonrisa de oreja a oreja y, por tanto, el análisis se efectúa desde ese prisma, desde el que corresponde al Betis como ganador final de esta edición de 2022 de la Copa del Rey.
El arranque del Betis, además, no pudo ser más prometedor. A los 11 minutos ya se había puesto por delante a través de un espectacular cabezazo de Borja Iglesias. Fekir había encontrado la subida por la derecha de Bellerín y el lateral metía un centro formidable para que el gallego cabeceara de forma impecable. Golazo, sin duda, y una vía abierta si se tiene en cuenta que Gabriel Paulista había visto la primera tarjeta amarilla muy prontito por una infracción sobre el propio goleador.
Fue la fase en la que el Betis tuvo la opción de haber finiquitado aquello por la vía rápida. Sus llegadas eran continuas y en torno al minuto 20 debió de sentenciar con un testarazo de Juanmi con todo a favor tras un centro de Álex Moreno y en otra llegada de Bellerín que no halló rematador finalmente. También Borja Iglesias estuvo a punto de aprovechar una cesión de Diakhaby a Mamardashvili. Pero el fútbol es caprichoso y una jugada aislada se convertía en el empate del Valencia a través de Hugo Duro, que lo tuvo demasiado fácil para plantarse delante de Claudio Bravo para batirlo.
Ahí cambió bastante el litigio y la parte final del primer periodo generó más dudas de la cuenta para los seguidores béticos, aunque cabe precisar que ahí llegó el primero de los dos disparos al poste de los béticos. Correspondió a Canales (43’) y el segundo llegaría a través de un lanzamiento de Juanmi (78’). La segunda parte arrancó con más nervios por parte del Betis, con una fase de ciertas dudas y el Valencia tuvo dos acercamientos peligrosos, pero Pellegrini llamó a la calma, reordenó a los suyos y éstos ya fueron infinitamente superiores desde una llegada de Borja Iglesias sobre la hora de juego.
Juanmi falló un gol increíble (65’), Canales tuvo un lanzamiento lejano tras un excelente robo de Juanmi precisamente, llegó el disparo al poste del malagueño y otra opción para Borja Iglesias después de un posible derribo a Fekir (83’) y un paradón de Mamardishvili a Borja Iglesias (90’). También Fekir había podido marcar con la derecha. El Betis había tenido opciones de sobra para impedir que se jugara la prórroga, pero el fútbol tiene paradojas y sería Claudio Bravo el último en posibilitar ese tiempo suplementario con una intervención ante Carlos Soler.
Treinta minutos más y ahí sí se fue equilibrando todo, entre otras cosas porque las fuerzas escaseaban tanto que Pellegrini fue sacando del campo a todos los especialistas en el lanzamiento de los penaltis porque ya no podían con su alma literalmente. Se iban Borja Iglesias, Fekir y Canales, pero entraba Willian José, Tello y Miranda. El fútbol tiene estas cosas, los cinco que tiraron por parte del Betis habían sido cinco de los seis cambios. Todos marcaron y hasta en eso sabe tela Pellegrini.
El Betis es campeón de España gracias a la sapiencia de su entrenador y a un grupo de excelentes futbolistas que han puesto ahí desde los despachos. Todos tienen su cuota de mérito, claro que sí, y los béticos tienen todo el derecho a disfrutar de alzar una Copa del Rey al cielo de Sevilla. A gozarlo a fondo, campeones.
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