De la Copa a la Liga
Betis - Villarreal
El equipo verdiblanco quiere seguir instalado en la nube de felicidad ante la visita de un Villarreal que busca reaccionar
Pellegrini: "La posesión tiene que ser agresiva"
Lista de convocados del Betis
Instalado en una nube de felicidad, el Betis de Manuel Pellegrini quiere seguir alimentando sus sueños con realidades. De goleada en goleada, de la Liga a la Copa del Rey y vuelta al torneo liguero, el cuadro verdiblanco quiere mantener ese estado de euforia que lo ha convertido en el equipo de moda del fútbol español. El apasionante mes de febrero, en el que jugará en las tres competiciones en las que todavía sigue vivo, comenzó con goleada en el Reale Arena y ahora tiene al Villarreal de Unai Emery como siguiente enemigo.
Abandonando lugares comunes, el Betis de Pellegrini no quiere cambiar el chip. Si su comportamiento es similar tanto de local como de visitante, otro tanto ocurre entre competiciones. Mantener su identidad es una de las claves del rendimiento verdiblanco, una circunstancia que permanece también inalterable cuando aparecen cambios obligados en la alineación.
La dosificación de los esfuerzos ha sido una de las claves béticas para llegar con todas las opciones abiertas a estas alturas de la temporada. Esas permanentes rotaciones de Pellegrini, que apenas tiene jugadores imprescindibles, ha permitido que las individualidades béticas lleguen con frescura y también que todo el grupo se sienta partícipe de los éxitos.
Decisiones como la de enviar a Sevilla a Guido Rodríguez y Pezzella pese a la trascendencia del partido copero refuerza ese mensaje interno de Pellegrini, al que no le importa modificar su once para beneficio del equipo. Precisamente, el centrocampista argentino apunta a una de las novedades en una alineación que tampoco debe diferir demasiado de la que venció el jueves a la Real Sociedad. Si al Betis le espera un calendario cargado de compromisos en las próximas semanas, las pilas todavía están cargadas tras ese parón que sirvió para recuperarlas.
Si el Betis comparece en el Benito Villamarín con plena confianza en sus prestaciones, el Villarreal acude dispuesto a dar un golpe en la mesa que le permita meterse en la pelea por la Liga de Campeones. Ha mejorado su rendimiento el equipo de Emery en los últimos dos meses de competición, pero todavía necesita una mayor regularidad para escalar hacia donde marca su presupuesto y la cita en Heliópolis será la que marque su devenir en la Liga.
Más descansado que los verdiblancos, el parón también le ha servido al entrenador vasco para recuperar efectivos, ya sea procedentes de la Copa de África como Aurier y Chukwueze o del parte médico como Danjuma, Gerard Moreno o Paco Alcácer.
En el duelo de la primera vuelta en La Cerámica, el Villarreal pasó por encima del Betis, que llegó exprimido tras unas intensas semanas anteriores. Le quitó el balón el conjunto castellonense y percutió por las bandas, sobre todo con un Danjuma muy inspirado y que ahora regresa tras casi dos meses parado.
Pero el Betis de febrero incluso apunta más alto que el del comienzo de la temporada. El mensaje de Pellegrini ha convencido al vestuario de que los sueños se cumplen si a la calidad individual de jugadores como William Carvalho, Fekir o Canales se le añade el espíritu de trabajo.
Ni arbitrajes, ni sanciones ni recursos. Pellegrini y su cuerpo técnico han conseguido que en el Betis sólo se hable de fútbol, que las excusas queden a un lado y que la exigencia pase por querer ganar el siguiente partido sin casi saborear victorias tan dulces como la de San Sebastián.
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