Una fiesta con facturas (5-2)

Sevilla/El fútbol de verdad, el que cuenta con público en las gradas, volvió al Benito Villamarín. Los 7.564 espectadores disfrutaron de lo lindo. Primero, con el reencuentro con su templo; luego, con los goles del Betis, que se impuso a la Roma con buen fútbol y cinco dianas; y, finalmente, con la guasa, que también apareció con la figura de José Mourinho, uno de los expulsados en una Roma que acabó recibiendo un goleada con ocho futbolistas sobre el césped, tras emplearse con dureza y, además, protestar la acción del tercer gol bético.

Pero la alegría no fue completa para Pellegrini. Y es que el partido dejó factura en forma de lesiones. Primero, Sabaly, que se retiró con un problema muscular; luego, Canales, con un golpe en su tobillo izquierdo, que le hizo pedir el cambio.

Era un día de fiesta en Heliópolis. Así se lo tomaron los béticos, que se reencontraban con su equipo 17 meses después. Y la fiesta continuó desde muy pronto. Tras una falta lateral botada por Fekir, el balón le cayó a Rodri, que a la primera puso una rosca imposible para Rui Patricio (4’). El joven canterano, en el que ha depositado mucha confianza Pellegrini, se vino arriba con el gol y sus conexiones con Fekir y Canales fueron lo más peligroso de los verdiblancos en el primer acto.

Con todo, la Roma no acusó demasiado el golpe. Al ritmo de Cristante, los de Mourinho se fueron metiendo en el partido hasta que halló la igualada. Un pase profundo del interancional italiano lo continuó Zaniolo con un taconazo que dejó a Shomurodov ante Rui Silva para que lo batiera en el mano a mano.

Reaccionó pronto el Betis. Y con un golazo de Nabil Fekir. El francés combinó con Canales en un saque en corto y enganchó una rosca espectacular que se coló por la escuadra de Rui Patricio.

Y si la Roma pudo igualar tras una combinación entre Pellegrini y Shomurodov, que esta vez sí desvió Rui Silva, también Rodri, en una magnífico contragolpe iniciado por él mismo, pudo ampliar la ventaja con un disparo de rosca al que sí respondió el portero titular de la selección portuguesa.

Tras el descanso, la Roma empató en un saque de esquina remachado por Mancini. La igualada duraría ocho minutos, cuando llegó el polémico gol de Álex Moreno, que pareció empujar el balón con la mano,y que provocó el enorme enfado de Mourinho y los suyos. Pellegrini, Mancini y Karsdorp acabaron expulsados, al igual que el técnico portugués, que recibió las mofas de la grada mientras el Betis iba ampliando la ventaja con los tantos de Tello y Rober, el colofón a una fiesta en el Villamarín.