Muere Lobato, un jugador de reparto que llegó con Cardeñosa al Betis

Fernando Lobato, defensa del Betis entre 1974 y 1977, ha muerto a los 69 años en su Jerez de la Frontera natal, desde donde fichó por un equipo verdiblanco que, en esos años, estaba en el germen de una de sus mejores etapas tras su ascenso a Primera y al que llegó junto a un mito de las trece barras, el vallisoletano Julio Cardeñosa.

La muerte de Lobato a consecuencia de un cáncer, informaron a EFE fuentes familiares, es la de uno de esos jugadores de reparto tan importantes en épocas de apreturas, a las que se sumó desde el Jerez Industrial este defensa que, junto a Cardeñosa, llegó al Betis junto a José Cuiñas, Manuel Díaz y Ramón Blanco.

Era un Betis emergente, el núcleo del que tres años más tarde lograría la Copa del Rey ante el Athlétic de Bilbao en el Vicente Calderón, aunque aún dirigido por el húngaro Férenc Szusza antes de que en 1976 lo reclamaran las autoridades comunistas de su país y diera paso a la etapa gloriosa de Rafael Iriondo.

Lobato, nacido el 10 de noviembre de 1954, jugó poco desde que debutó en marzo de 1975 con veinte años supliendo a Cuiñas en La Romareda ante el Zaragoza, aunque antes lo había hecho en ante el Málaga en la extinta Copa de Andalucía, en la que jugaban los reservas de los equipos andaluces.

El zaguero jerezano, pese a su papel secundario, está en todas las fotos en blanco y negro de un Betis a punto de 'romper' de la mano de José Núñez Naranjo y Rafael Iriondo Aurteneche en el que estaban ya los protagonistas de la época dorada verdiblanca que marcó el hito copero ante los de Koldo Aguirre.

Comandados por Rogelio Sosa, en verdiblanco ya estaban junto a Lobato jugadores como Rafael del Pozo, Sebastián Alabanda, el argentino Eduardo Anzarda, el paraguayo Mendieta, el apátrida Attila Ladinsky y el núcleo del Betis de la cima copera y la sima del descenso: López, Bizcocho, Benítez, Esnaola, Cardeñosa, Biosca o el 'Mariscal' holandés Gerrie Mühren.

Fernando Lobato fue traspasado en el verano de 1977 al Cádiz, donde jugó hasta 1979 y que ha lamentado el fallecimiento del jugador.

Posteriormente, Fernando Lobato jugó en el Almería, el Rácing Portuense y el Mérida Industrial, donde colgó las botas a mediados de la década de los ochenta del siglo pasado.