Miranda se queda con la plata
Betis
El lateral verdiblanco disputó la prórroga en la que España cayó ante Brasil
Sevilla/El Betis sumó su segundo medallista en los Juegos, tras el bronce de ayer de Diego Lainez, después de que Juan Miranda se colgase la plata tras la derrota de la selección española ante Brasil en la gran final de la competición (2-1). El lateral verdiblanco partió de nuevo como suplente, aunque sí disputó la prórroga al sustituir a Cucurella.
De esta manera, Miranda le puso el colofón con la presea de plata a un verano en el que ya compitió en el Campeonato de Europa sub 21, debutó con la selección absoluta y ahora ha disputado los Juegos Olímpicos antes de regresar a la disciplina verdiblanca para comenzar la Liga.
En la final ante Brasil, España claudicó ante Brasil, que se aprovechó de la blandura de los de Luis de la Fuente en defensa, personificada en el gol de Malcom en un contragolpe tras un saque de esquina a favor y tras ganarle fácil la carrera a Jesús Vallejo en el minuto 108.
El partido empezó parejo y sin mucho ritmo, el 92% de humedad con 28 grados centígrados que se midieron en Yokohama antes de empezar el partido no ayudó, pero la canarinha fue metiéndose poco a poco en el encuentro.
El balón no miente, que decía Rasheed Wallace, exjugador de la NBA, cada vez que le pitaban una falta en contra y el rival fallaba algún tiro libre. Y eso le pasó a España este sábado. Una salida en falso de Unai Simón hizo que se llevara por delante a Matheus Cunha en una acción que, más allá del estado del delantero brasileño, no parecía llevar a más, pero si lo hizo.
Sorprendió en el videomarcador el anuncio de que se estaba revisando la acción. El colegiado australiano Chris Beath fue a verlo a la pantalla y decretó la pena máxima ante la incredulidad de los jugadores españoles. Pero Richarlison la mandó a la grada en el minuto 38. Un alivio que duró poco.
En los últimos segundos de la primera mitad, Dani Alves creyó más que Cucurella en un balón que parecía irse fuera. El del Getafe se confió esperando el bote y el histórico lateral derecho la puso en el área a ver si encontraba premio; y tanto que lo tuvo. Cunha logró bajar el balón y a pesar de estar entre tres centrales les ganó la partida. Muy blanda la defensa y 0-1 al filo del descanso.
Movió Luis de la Fuente el banquillo, pero el plan le tardó en funcionar. Es más, Brasil perdonó la sentencia en el m.52. Richarlison no tuvo su día y Unai Simón se resarció parándole un mano a mano con el pie derecho, además con la suerte de que el balón tocó en el travesaño.
Se libró España, que, si ya estuvo floja defendiendo las acometidas por banda en la primera mitad, sufrió los avisos al espacio con la velocidad de la canarinha cuando no le quedaba más remedio que ir al ataque.
La suerte le sonrió y a la hora de partido no perdonó. Carlos Soler, que entró al descanso por Mikel Merino, le puso un centro medido, recordando sus años como extremo con el propio Luis como seleccionador y con Marcelino siento técnico del Valencia, a Oyarzabal en el segundo palo para que éste la reventase de volea al borde del área pequeña. 1-1 en el m.60 y volver a empezar.
El partido retornó a la calma tensa de la primera media hora. Con España dominando más el balón y con Brasil generando peligro siempre que corría con el balón. Y subió la dureza del mismo. Muchos recados a destiempo en ambos conjuntos, tratando de desestabilizar en ese arte mientras no se conseguía llegando al área rival.
España rozó la remontada, pero el travesaño la negó en dos ocasiones. Primero en un centro que se fue cerrando de Óscar Gil en el m.85 y tres minutos más tarde en un disparo de Bryan Gil. Tercera prórroga seguida para Luis de la Fuente y segunda para Brasil, que estuvieron más frescos.
Volvió a sobrevivir España en los primeros 15 minutos, con Unai Simón sacando un balón que ya esperaba solo Richarlison en el área pequeña en el m.101. Pero la canarinha siguió insistiendo y encontró su premio. Córner mal sacado, tónica habitual en este torneo, y Malcom, fresco tras entrar en la prórroga, se impuso fácil al espacio a un Jesús Vallejo que le falta velocidad para ser uno de los que cierran.
Segundo error claro atrás, algo poco habitual en los equipos dirigidos por Luis de la Fuente, y dos goles. Ahí residió la diferencia entre la plata, la tercera para España tras Amberes 1920 y Sídney 2000, y el segundo oro de Brasil, después del logrado hace cinco años en Río 2016.
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