Serra Ferrer: pasado, presente y ¿futuro?
Betis | Análisis
El balear medita en Mallorca qué decisión tomar sobre su situación
López Catalán prepara cambios en una dirección deportiva con vaivenes en la última década
Sevilla/El futuro de Lorenzo Serra Ferrer en el Betis está en el aire en estos momentos. El nuevo rol que pretenden los principales rectores del club verdiblanco, Ángel Haro y José Miguel López Catalán, que desempeñe el balear es el de asesor deportivo, con apenas participación en el poder ejecutivo y una reducción salarial, lo que ha provocado una situación muy tensa en la comisión deportiva. Tan tensa que el de Sa Pobla está en Mallorca meditando qué decisión tomar: si acepta seguir en el club asumiendo lo establecido por Haro y Catalán, o bien da un paso al lado con una salida.
De esa forma, Serra quedaría desmarcado de ABA (Ahora Betis Ahora), adquiriendo un papel fundamental en la nueva dirección deportiva el actual vicepresidente, López Catalán, que está llevando a cabo una profunda reestructuración en la parcela técnica.
Una parcela que en la última década ha vivido constantes vaivenes. Así, con Manuel Ruiz de Lopera ya fuera del Betis, el presidente del Betis por aquel entonces, Rafael Gordillo, otorgó la dirección deportiva a Vlada Stosic en diciembre de 2010, con gente como Juan Ureña, hoy de nuevo en el club en labores de las escuelas de la Fundación; José Antonio Gordillo, que llegó a ser coordinador de la cantera tras la destitución de Miguel Valenzuela desde junio de 2011 hasta que dimitió en febrero de 2013 y que está cerca de volver para dirigir al Juvenil A; y Emilio Vega, que llegó a ser secretario técnico hasta que fue destituido en septiembre de 2013, sin olvidar a otros miembros, como Ángel Becerra, Keke Durán, Aurelio y Finidi.
En julio de 2012 entró en el Betis Ángel Luis Catalina en sustitución de Juan Ureña, coincidiendo entonces con Jesús Sánchez. Ahora, la vuelta de ambos al cuadro verdiblanco está muy cerca, dentro de los planes de López Catalán. El primero de ellos estuvo en el Betis hasta junio de 2014, cuando puso rumbo al Almería tras un año muy convulso (2013) en el que se produjo la destitución de Stosic en diciembre por parte de Miguel Guillén y José Antonio Bosch, y el traspaso de poder al ayudante de Juan Carlos Garrido, Sergio Fernández. Todo aquello, con una planificación nefasta (fichajes de bajo nivel), entre otras razones, por la austeridad y el escaso conocimiento futbolero de Bosch, que dio como resultado el descenso de los 25 puntos tras una política de fichajes muy errática.
En verano de 2014, la idea del Betis era el regreso de Lorenzo Serra Ferrer, y el primer paso fue la llegada de Alexis Trujillo como secretario técnico. Finalmente, el balear no pudo aterrizar en Sevilla al no poder desvincularse del Mallorca. La llegada frustrada de Serra hizo que Alexis tomara el mando en una dirección deportiva en la que dio un salto a director deportivo cuando en septiembre de ese año llega al Betis José Luis Molina, más conocido como Chuti Molina, que pasa entonces a ser secretario técnico, hasta que en abril de 2015 el Betis y él rompen su vinculación el mismo día en el que la entidad heliopolitana anuncia la incorporación de Eduardo Maciá como director deportivo. Mientras, también en ese verano, en agosto, había movimientos en el consejo de administración, con la llegada de José Miguel López Catalán por cooptación ante la salida del consejero Diego García León.
De la etapa del valenciano se recuerdan fichajes como el de Van der Vaart, Tarek o Leandro Damiao, anunciado ya por Ángel Haro como presidente, con López Catalán a su lado, tras la dimisión de Juan Carlos Ollero. A finales de abril de 2016, el Betis anunció la destitución de Maciá y posteriormente, la llegada de Miguel Torrecilla, con entrenadores como Gustavo Poyet y Víctor Sánchez del Amo. Los resultados del Betis fueron un décimo puesto con Maciá y un decimoquinto con Torrecilla, con proyectos y gestiones deportivas que en su momento fueron justificadas por la clase dirigente con el tema judicial.
Ya con lo accionarial en vías de arreglo y bajo tanta mediocridad, se celebró una junta extraordinaria solicitada por la candidatura de Rafael Salas. Entonces, ABA, como última baza ganadora, recurrió a Lorenzo Serra Ferrer (lo habían rechazado años antes) y llegó el punto de inflexión del Betis. El balear, cuyo nombre se ha coreado muchas veces en el Benito Villamarín, dio un giro radical a la plantilla con la llegada de jugadores de nivel en verano de 2017 que continuó en 2018. Sin embargo, las discrepancias en la comisión deportiva, por entonces formada también por Quique Setién, empezaron a ir creciendo esta campaña. Sobre todo, entre el balear y López Catalán a la hora de tomar una decisión sobre el futuro del cántabro. Siguieron en la elección del recambio para éste y continúan con el cambio de rol que pretende Catalán que acepte el de Sa Pobla.
Mientras, éste, cada vez más solo en el club verdiblanco, medita en Mallorca qué decisión tomar acerca de su futuro. Un futuro que es una incógnita pero que deja una reflexión objetiva: el éxito aparece en el Betis siempre con Serra presente.
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