Despedida y ¿cierre?

Sevilla/El Betis cierra hoy el curso en el Benito Villamarín con una deuda que saldar con sus aficionados. Dejando a un lado la figura de Quique Setién, a quien la afición ya le bajó el pulgar hace algún tiempo, el cuadro verdiblanco recibe al descendido Huesca con la necesidad de ofrecerle una alegría a su fiel hinchada, aunque hoy se espera que acudan en menor medida a la habitual. Las altas temperaturas que se registran este fin de semana en la capital hispalense y el éxodo a las playas tras acabar la Feria restarán personal al graderío de Heliópolis, pero los que asistan querrán disfrutar de la cuarta victoria en casa en un 2019 para el olvido.

El descalabro, precisamente, comenzó en aquella fatídica noche de Reyes en El Alcoraz. Ese pisaverde que ha sido el Betis de Setién en esta campaña empezó a mostrar que no se encontraba en condiciones de pelear por grandes objetivos, por más que las eliminatorias coperas ante Real Sociedad y Espanyol escondieran las carencias. Rennes, Valencia y Getafe pusieron a los verdiblancos ante una realidad que a los dirigentes les ha costado digerir y que ha dejado esa incógnita en el banquillo, con Setién indicando que todavía se ve con futuro en el Betis.

Con los números en la mano esa frase del todavía entrenador verdiblanco parece casi una provocación. En los 19 partidos ligueros disputados en este 2019, el Betis ha sumado 18 puntos, cuatro menos que su rival de esta tarde, un descendido Huesca que quizá se haga la pregunta de qué hubiera pasado con Francisco antes en su banquillo y con una planificación de fichajes más parecida a la de invierno que a la de verano.

Sólo tres victorias en el Villamarín –Girona, Atlético y Villarreal– explican a las claras los motivos de los aficionados béticos para dejar de lado a Setién. Ni las eliminaciones copera y europea, con la disminución de partidos para el equipo, permitieron que los verdiblancos remontasen el vuelo. Al contrario, muchos béticos respiraron con aquel penalti errado por Cazorla y que ha permitido que los verdiblancos hayan tenido un final de Liga sin más sustos.

Con todo, el Betis aún tiene una remota posibilidad para acabar en la séptima plaza. A esa última esperanza matemática, toda una carámbola que pasa ineludiblemente por ganar los dos partidos que quedan y que el Athletic no lo hiciera en uno, entre otros resultados necesarios, se aferran Setién y los suyos para despedir con dignidad el campeonato.

A ese orgullo apeló el propio entrenador, que no quiere que un nuevo tropiezo como local enturbie todavía más este abrupto final de temporada. Con las bajas de Canales y Barragán, Setién optará por un once muy reconocible, en el que podría repetir el esquema con cuatro defensas que emplease en Ipurua. El Betis mostró mejores prestaciones ofensivas con más jugadores por delante del balón y sólo su falta de eficacia provocó que se quedase sin anotar ante un Eibar que también dispuso de sus oportunidades de gol.

Con el control del balón como arma principal, el Betis tratará de imponer su ritmo ante un Huesca que llega al Villamarín entre interrogantes. El confirmado descenso con la goleada encajada ante el Valencia (2-6) ha iniciado los cambios en el club oscense, que tendrá nuevo director deportivo y también numerosos cambios en la plantilla.

Aseguró Francisco que ha sido la semana más complicada para sus jugadores, pero que tratará de mantener la imagen ofrecida en la segunda vuelta. Sólo una derrota en los siete últimos partidos, la definitiva ante el Valencia, y sólo dos partidos perdidos como visitante en este segundo tramo del campeonato, en las visitas al Getafe y el Real Madrid, demuestran ese espíritu competitivo que ha tenido el Huesca hasta confirmar su caída.

También será un día de despedidas en verdiblanco, aunque muchos de los posibles protagonistas todavía no lo sepan con seguridad. Desde el propio Setién a Sergio León pasando por otros como Jesé, las incógnitas también aparecen en una planificación verdiblanca que vivirá otro intenso periodo estival.