Análisis
Santiago Carbó
Tras un buen año en lo macroeconómico, en 2025 hará falta mucho más
Betis
Sevilla/La atmósfera que envuelve al Benito Villamarín en cada partido del Betis convierte el recinto de La Palmera en una auténtica caldera.
Un estadio que sigue registrando excelentes entradas y al que el calor de la grada, más los espectáculos que hay instantes antes de que el equipo de Manuel Pellegrini salte al campo mientras los béticos cantan el himno a capella, le da un plus, generándose así un ambiente que retroalimenta esa gran conexión que existe entre cuerpo técnico, equipo y afición.
La hinchada bética sigue respondiendo como siempre y eso ha provocado que el Villamarín sea el primer estadio de LaLiga en porcentaje de ocupación (86,9%) y el cuarto en asistencia media (51.576), teniendo por delante en este apartado al Metropolitano (54.507), al Santiago Bernabéu (57.552) y al Camp Nou (83.194). Datos (transfermarkt.es) que demuestran la fidelidad de una parroquia verdiblanca que sigue disfrutando de la exitosa etapa de su equipo con Manuel Pellegrini al frente, quien siempre ha manifestado en sala de prensa que, al margen del resultado, los béticos se identifican con la idea de juego de su equipo, escuchándose en más de una ocasión en Heliópolis el clásico "¡Manuel, Manuel, Manuel Pellegrini!".
Estas grandes asistencias también repercuten en forma de ingresos en las maltrechas arcas de un club verdiblanco en donde la idea de finalizar el estadio está presente, aunque no de forma inmediata (no antes de tres años). La estimación de la obra de la nueva grada de Preferencia es de una temporada y media, por lo que el Betis tendría que estudiar la viabilidad de mudarse a otro estadio o bien repartir la asistencia de los socios entre los diferentes partidos, sin obviar en este asunto la cuestión de los terrenos aledaños a esa zona de Preferencia. Además, antes de acometer el cierre del estadio, el club de La Palmera tiene como prioridad la finalización de las obras de la nueva ciudad deportiva de Dos Hermanas, un proyecto que avanza a muy buen ritmo en su primera fase con el objetivo de que ya la próxima campaña los escalafones inferiores puedan empezar a disputar partidos en ella.
De esta manera, el Betis quiere seguir creciendo en cuanto a infraestructuras, pero centrado siempre en una tema esencial en estos momentos para el devenir de la entidad heliopolitana: mejorar una economía que de cara a la próxima Junta del 15 de diciembre arroja unos números negativos bastante preocupantes, de ahí la vía de lograr plusvalías en el mercado de invierno o antes del cierre del ejercicio actual en junio de 2023.
Mientras, Pellegrini y sus jugadores continúan aprovechando los días de vacaciones, tras la gira por Sudamérica, para volver al trabajo el próximo 6 de diciembre, con la mente puesta en el regreso liguero el próximo jueves 29 de diciembre (19:15) en el Benito Villamarín.
Un partido que a buen seguro registrará otra sensacional entrada, gracias a la asistencia de una afición que mantiene la ilusión intacta de cara a lo que resta de temporada: la pelea por los puestos Champions en la Liga, la Supercopa de España, la Copa y la Europa League. Ingredientes para que al final de La Palmera los béticos sigan disfrutando con las grandes noches del balompié.
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