El Betis, un señor equipo

Análisis

El carácter competitivo, ganador y exigente de Pellegrini volvió a reflejarse ante el Villarreal en un conjunto verdiblanco que por cómo ganó en el terreno de juego hizo sentir orgullosa a su afición

El Betis matiza su escudo

El Betis-Girona cambia de hora: pasa de las 14:00 a las 18:30

Sabaly, ausente en el entrenamiento

Pellegrini, en la reciente cita en Helsinki. / Kimmo Brandt / Efe
Juan Pinto

13 de septiembre 2022 - 06:00

Sevilla/La victoria del Betis ante el Villarreal dejó en el beticismo una sensación de orgullo máximo por cómo su equipo lo dio todo en el terreno de juego ante tan potente rival. Y es que el conjunto de Heliópolis va camino de ser un equipo de autor, un bloque que ya ha hecho historia en verde y blanco pero que quiere más, tiene hambre. Un espejo del gran artífice de este sensacional momento: Manuel Pellegrini Ripamonti.

Y es que el Betis es un reflejo en la hierba de la personalidad del entrenador chileno. El carácter competitivo, ganador y exigente del santiaguino se plasma en su equipo, un conjunto bético que compite siempre, sea el rival que sea y el campo que sea, y en el que las excusas, al igual que en el discurso de su entrenador, no aparecen nunca. A eso hay que unirle que la confianza de Pellegrini en todos sus jugadores es máxima, y viceversa, y también la unión entre los propios futbolistas es total. Un señor entrenador que ha conformado un señor equipo.

Pellegrini y sus pupilos han demostrado que están por encima de cualquier dificultad o problema, como quedó demostrado con los buenos resultados logrados pese a los problemas con las inscripciones. Entrenador (cuerpo técnico) y futbolistas van a una y en la hierba lo dan todo, con una capacidad de sufrimiento importante, como se vio ante el Villarreal para salir airoso de una primera parte en la que los amarillos gozaron de ocasiones muy claras y para aguantar, después, el 1-0 en el marcador, gracias a una defensa espectacular a nivel colectivo y con dos nombres propios en el plano individual: Rui Silva y Luiz Felipe.

El portero luso firmó una sobresaliente actuación, siendo salvador con varias intervenciones de mucho mérito y transmitiendo siempre mucha seguridad, mientras que el brasileño estuvo a un nivel expeditivo muy alto, demostrando una capacidad de reacción muy alta para lanzarse a los pies del rival y cortar cualquier acción de peligro sobre la portería bética. También se pudo comprobar el crecimiento a nivel defensivo de Álex Moreno y la sensación de que Luiz Henrique, con ese gran centro en el origen del 1-0, poco a poco puede ir a más, al igual que un buen Rodri, cuyo gol le debe servir para dar un paso adelante, pues demuestra personalidad en el campo. Todo esto sin obviar el trabajo y los goles de Borja Iglesias, la implicación siempre de Canales, la categoría de futbolista de William Carvalho, el equilibrio de Guido, la entrega de Ruibal...

En general, un Betis con mentalidad ganadora que cuando le asesta un golpe al rival y se pone por delante en el marcador es muy complicado que éste se lo devuelva, y si empieza perdiendo no se viene abajo nunca y va a por todas a darle la vuelta al marcador. Y sabe, además, adaptarse siempre a lo que requiere el partido en cada momento. Un equipo verdiblanco camaleónico que mantiene con la grada una comunión perfecta. Un idilio entre Pellegrini, sus jugadores y la hinchada bética que genera una atmósfera espectacular en torno a un equipo con el que los béticos se sienten identificados. Y al revés, un entrenador y un grupo de jugadores que también saben lo que representa el beticismo, entienden lo que significa el Betis para su gente y lo que deben dar para situar al club verdiblanco lo más alto posible.

Imagen del tifo de la grada de animación de Gol Sur en el partido ante el Villarreal. / RBB

Todo, en gran medida, gracias a ese ADN ganador implantado por Pellegrini, como reflejan los datos. Y es que el actual inquilino del banquillo bético es el cuarto entrenador de la historia verdiblanca que llega a 40 victorias en Primera División y es el más rápido en llegar a esa cifra. Szusza llegó a 40 victorias a los 116 partidos; Cid Carriega, a los 97 partidos; Lorenzo Serra Ferrer, a los 96 partidos; y Pellegrini, a los 81 partidos (@BetisStats).

Números espectaculares del preparador de Santiago de Chile al frente de un Betis al que quiere llevar a jugar la próxima temporada la Liga de Campeones. Pese a las dificultades de lograr esa meta, Pellegrini sigue teniendo un nivel de exigencia alto en su papel de hombre de club, apretando siempre al máximo en los despachos y exigiendo al futbolista un rendimiento alto para que sea el colectivo, el grupo, el que siempre salga beneficiado. Una figura vital en un Betis que con esa mano del Ingeniero se ha acostumbrado a ganar (juegue mejor o peor, tenga bajas importantes en forma de lesiones...) y a ser un rival muy difícil de batir por el resto de contrarios. En definitiva, un Betis que es un señor equipo.

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