Escrutando a Quique Setién

Sevilla/La resaca del derbi fue amarga en verdiblanco, como siempre tras una derrota, pero con el paso de las horas el foco se centró en Quique Setién. La toma de decisiones del técnico antes y durante el encuentro no fue la más adecuada, pese a que su equipo sí tuvo una buena pero infructuosa puesta en escena, y el Betis volvió a enseñar unos defectos ya vistos con anterioridad. El objetivo europeo se complica a falta de seis jornadas para el final y la visita del Valencia a Heliópolis del próximo domingo se antoja esencial para los verdiblancos.

Alineación y cambios

Tras apostar por Canales de salida, pese a no entrenarse durante la semana, Setién sorprendió con la suplencia de Tello, el jugador más en forma del Betis en las jornadas anteriores. El catalán acumulaba cuatro partidos como titular de manera consecutiva, en los que había anotado un gol y había dado una asistencia, pero el técnico prefirió apostar por un Júnior, recién recuperado, y Emerson, dos jugadores que se estrenaban en un partido de máxima rivalidad.

Tampoco colocó de inicio a Joaquín, que sumó su tercera suplencia seguida, pese a que el portuense siempre aporta su experiencia en este tipo de partidos, o a Bartra, un habitual titular al que sacó del once en una cita trascendental.

Si estas decisiones se le ponen en discusión al entrenador, otro tanto ocurre con su tardía reacción para cambiar el ritmo del encuentro. Setién sólo miró a las piezas que tenía en su banquillo –Bartra, Javi García, Tello, Joaquín, Sergio León y Loren tras descartar a Barragán, Diego Lainez, Francis y Kaptoum– con 3-1 en el marcador y un Sevilla ya replegado y que supo manejar el otro fútbol para hacer imposible la remontada bética.

Débil defensa

Por sexta vez en esta Liga, el Betis encajó tres o más goles en un partido, y dos de ellos volvieron a originarse con centros laterales, uno de los puntos débiles de la zaga bética. La insistencia en la defensa con tres centrales no ha servido para elevar la solidez del equipo, que sufrió en el primer tiempo por las continuas pérdidas en las salidas desde atrás, y en el segundo con los espacios que se generaron entre la medular y la zaga, que facilitaron las acciones de contragolpe de los sevillistas.

Mala dinámica

Si en sus primeros 24 partidos de la temporada los verdiblancos sumaron 12 victorias, siete empates y cinco derrotas, en los últimos 24 los números han virado para acumular seis triunfos, ocho igualadas y diez partidos perdidos.

En las 15 jornadas que se han disputado en 2019, el Betis suma cinco triunfos –Girona, Atlético, Valladolid, Celta y Villarreal–, dos empates –Alavés y Rayo– y ocho derrotas –Huesca, Real Madrid, Athletic, Leganés, Getafe, Barcelona, Real Sociedad y Sevilla–, lo que muestra esa caída experimentada por el equipo.

Con respecto a la pasada temporada, el cuadro bético suma nueve puntos menos en la jornada trigésimo segunda, con los 43 de hoy por los 52 que sumaba entonces y que lo tenían quinto en la clasificación.

La delantera

Desde su llegada en enero, Jesé ha encontrado la confianza de Setién, pero el canario apenas suma un gol en 614 minutos y el derbi será una noche difícil de olvidar. Su ineficacia ante Vaclik y, sobre todo, su egoísmo en la acción en la que Canales estaba en mejor posición cercenaron las posibilidades béticas de puntuar en Nervión.

Ni la salida de Sanabria en enero –había marcado dos goles antes de su adiós y suma tres ahora en el Genoa– justifican ese pobre rendimiento de una delantera bética mal gestionada por el cuerpo técnico. Su máximo artillero del pasado año, Sergio León, que suma 553 minutos en la Liga, no ha tenido la confianza del técnico en ningún momento de la temporada y ni siquiera su renuncia a salir en enero para quedarse en el Betis cambió los planes del entrenador.

Una esperanza

A falta de seis jornadas para el final de la Liga, el Betis se aferra a sus opciones europeas. Tres puntos lo separan del Athletic –también pierde el goal average particular–, el equipo que marca la frontera, una distancia recuperable pero que obliga a una racha de victorias.