Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
La casita de Jesús
Análisis
Sevilla/El Betis es quinto en la Liga y está ya clasificado para la siguiente ronda de la Europa League (sólo le basta confirmar si lo hace como primero o segundo), de ahí que, en global, la temporada de los verdiblancos viene siendo de notable alto.
Pero eso no oculta que en la Liga el cuadro de Heliópolis atraviese por un pequeño bache, como reflejan sus números: de la jornada 1 a la 6, el cuadro bético sumó 15 de 18 puntos posibles y de la 7 a la 11, 5 de 15. Y si en el Benito Villamarín ha ganado 5 partidos (3-0 al Elche, 1-0 a Osasuna, 1-0 al Villarreal, 2-1 al Girona y 3-1 al Almería) y perdido uno (ante el Atlético, 1-2), a domicilio lleva una victoria (1-2 en Mallorca), dos empates (0-0 ante Valladolid y Cádiz) y dos derrotas (2-1 en el Santiago Bernabéu y 1-0 en Vigo). Guarismos que muestran ese pequeño bajón del Betis por diferentes causas, las cuales tienen cabida en un análisis pausado en el que no debe confundirse la exigencia máxima con el desquiciamiento, dentro del Milagro 3.0 que otro año más está llevando a cabo el Ingeniero.
Las rotaciones masivas no le están funcionado al chileno, sobre todo a domicilio, en las últimas jornadas ligueras
A día de hoy –ya se irá viendo cómo responde el Betis en los próximos partidos– se han unido un cúmulo de factores que explican ese bache perfectamente. Factores que no deben servir como excusas, sino como autocrítica en pos de continuar con el crecimiento de la entidad verdiblanca dado con el chileno a los mandos. En primer lugar, bajas importantes por lesión como las de Juanmi y Fekir, y ahora la de Luiz Felipe; y ausencias por sanción como la de Canales ante el Atlético, se notan y mucho en el Betis, pero eso abre un debate que señala directamente a la planificación realizada en verano, porque una cosa es el sentido de equipo de estos jugadores –vienen realizando un trabajo sobresaliente– y otra las limitaciones que presenta la plantilla: falta de velocidad y desborde, de más contundencia en el eje defensivo o de más creatividad en la medular, por ejemplo, como se ha visto en los últimos encuentros, sobre todo a domicilio, dentro de la política de rotaciones de Pellegrini, la cual le dio éxito el pasado curso y que por ahora, esos excesivos cambios, no terminan del todo de funcionarle por picos de forma bajos –la importancia del rendimiento individual que el santiaguino siempre resalta– en algunos de sus mimbres que tiene a su disposición (Willian José y Miranda, por ejemplo, deben aportar mucho más que en lo que va de Liga) y por un manejo no del todo bueno del propio técnico en algunas sus decisiones, como la insistencia en la titularidad de Rodri y Luiz Henrique en las bandas cuando a Joaquín y Juan Cruz se les ha visto con más ritmo y desborde que a sus otros dos compañeros.
Las lesiones de jugadores importantes han hecho que aún salten más a la vista las carencias en la planificación
Hasta sorprendió Pellegrini en la rueda de prensa posterior al partido ante el Atlético en alguna declaración. "Hubo un equipo que salió a no perder y ganó; y otro que fue a ganar desde el principio y perdió", dijo en referencia a un Atlético que, si algo es con Diego Simeone, es un equipo ganador, más allá de que su propuesta futbolística guste más o menos, sea más o menos atractiva. Pero no le faltó razón al entrenador del Betis en la respuesta que dio sobre la continuidad de Juan Cruz en la primera plantilla: "No es por las lesiones, sino por las características de juego, porque nos faltan futbolistas de banda que hagan uno contra uno".
Joaquín y Juan Cruz vienen aportando más, en las segundas partes, que los titulares Rodri y Luiz Henrique
Ausencia de jugadores de ese perfil en la plantilla que directamente va relacionado con una planificación coja en verano (sin jugador para la banda izquierda, con Ali Cho y Morales, entre otros, como opciones). Esto está provocando, incluso, que Pellegrini tire de inicio con Luiz Henrique, una apuesta que debía de ir entrando poco a poco en el equipo –vino a ocupar el lugar de Lainez– y que de pronto ve cómo su periodo de adaptación se acelera, cosa que incluso no le está terminando de venir bien al brasileño, que alterna cosas interesantes con otras desesperantes.
Sin Luiz Felipe, lesionado, Pezzella, Víctor Ruiz y Édgar tendrán que disipar las dudas en el eje de la zaga
Todo, sin obviar que al final no llegó Bellerín, lo que ha obligado a Ruibal –su trabajo es digno de alabar– a adaptarse a esa posición; la salida de Bartra de un eje de la zaga reforzado con un buen central como Luiz Felipe pero cuya lesión –ya en su etapa en la Lazio se perdió bastantes partidos por lesiones– hace que aparezcan ya algunas dudas, a la espera de que Pezzella, Víctor Ruiz y Édgar las disipen con su rendimiento; o un jugador creativo el cual le dé al Betis, por ejemplo, esa creatividad en la medular que Pellegrini echó en falta ante el Atlético.
Pero más allá de esto, el entrenador del Betis y sus jugadores han demostrado ya superar siempre y con muy buena nota cualquier bache o pequeño bajón. La fortaleza del vestuario, con un grupo de jugadores que sigue en comunión perfecta con la afición, está intacta y el Ingeniero sigue siendo la figura más fiable que tiene este Betis, con un crédito que se ha ganado, al igual que sus pupilos, con trabajo y resultados.
Álex Moreno es la única vía para sorprender con su explosividad; le falta al Betis más jugadores con ese perfil
Por eso, le toca al Betis un reseteo con el que volver a encontrar la lucidez en la toma de decisiones desde el banquillo y las buenas sensaciones para seguir ilusionando a su parroquia con realizar una temporada que mejore la anterior. Porque este Betis de Pellegrini ya ha demostrado muchas veces que es capaz de reaccionar. A levantarse, Betis.
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