Orgullo bético para levantarse
Análisis
Los de Heliópolis, pese a lo cruel del desenlace de la eliminatoria en Fráncfort, piensan ya en la Liga y en esa bonita opción de ganar el título de la Copa del Rey
El Betis dispondrá de 20.757 entradas para la final de Copa
Eintracht-Betis: Los recursos lo dejaron en la orilla
Sevilla/El Betis regresó de Fráncfort intentando digerir la cruel eliminación en el desenlace de la eliminatoria a favor del Eintracht, cuando todo hacía indicar que se iba a resolver en los penaltis.
Del subidón con el gol de Borja Iglesias, los verdiblancos pasaron a la decepción por verse apeados del torneo, aunque con el orgullo intacto por haberlo dado todo en el terreno de juego para hacer soñar a la afición bética con la remontada. Por ello, ni un reproche merece un grupo de futbolistas con los que la mayoría de la parroquia verdiblanca se siente identificada, pues este Betis, al contrario que otras temporadas, no se cae, está quinto en la Liga peleando por jugar la Champions y por ganar la Copa del Rey en esa final del próximo 23 de abril. Por ello, está muy vivo este milagro deportivo (el Betis es décimo en el tope salarial de la Liga) que sigue obrando el gran artífice de todo, Manuel Pellegrini Ripamonti.
Así, pese al golpe sufrido en el Deutsche Bank Park, el Betis se centra ya en el partido ante el Celta. "La eliminación deja cosas negativas y positivas", indicó Pellegrini, en la rueda de prensa tras el choque ante el Eintracht, en relación a que a partir de ahora podrá preparar los partidos y esa final de la Copa de forma más normal y fluida. Y también, sobre todo, porque el parón que hay tras el partido en Vigo permitirá a muchos jugadores importantes de la plantilla recuperarse del desgaste físico y mental debido a la acumulación de partidos. Sobre todo, para que el Betis llegue lo más fresco posible a esa final ante el Valencia. Ésta fue otra de las lecturas que dejó el partido del Betis en casa del Eintracht, reflejada, sobre todo, en un nombre propio, Sergio Canales. El cántabro necesita recuperar su mejor forma, su chispa, y el descanso le vendrá bien ante ese gran esfuerzo que supone jugar con el problema que sufren en un dedo del pie izquierdo.
En el análisis de la eliminación europea también hay espacio para hablar de la planificación invernal y la falta de refuerzos, de mimbres con físico que a Pellegrini le hubieran venido muy bien para afrontar con más argumentos y garantías su caminar por las tres competiciones. La ausencia de dinero por la gestión económica tras la pandemia se ha reflejado en la pasada ventana de fichajes y a su vez en la hierba, cosa que no ha hecho sino dar más mérito aún a la figura de Pellegrini, pues el reconocimiento a los futbolistas actuales del plantel bético no está reñido con haberlo reforzado. Un aprendizaje, por tanto, para el futuro inmediato, la ventana de verano.
Una planificación cuya hoja de ruta, como se comprobó en esta eliminatoria ante el Eintracht y lleva años viéndose, necesita también un cambio de rumbo en cuanto al perfil de los jugadores a firmar, pues sigue necesitando el Betis poderío físico. Cierto es que el Eintracht lleva una acumulación de partidos menor que el Betis, pero en ambas citas se llevó siempre los balones divididos, los saltos en los duelos aéreos, ganó los choques individuales a ras de hierba a los jugadores del Betis, pues los alemanes cuentan en sus filas con físico de élite, jugadores capaces de meterle un ritmo alto al partido y que a su calidad técnica le añaden esa calidad física tan necesaria para competir en la élite del fútbol actual. Como ejemplos, el medio centro Sow y el extremo Knauff.
Pero en la élite no hay tiempo para lamentos, mañana llega la cita en Vigo y el Betis no debe venirse abajo, pues tiene retos muy bonitos por delante y cuando se da todo en la derrota toca reaccionar y aprender para el futuro. Ilusión máxima y frustración mínima. Orgullo bético para levantarse.
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