50.741 razones para creer que el fútbol va más allá de la lógica

El número de abonados en el Real Betis sigue consolidando al club heliopolitano dentro de una tabla en la que sólo dos transatlánticos como Real Madrid y Atlético de Madrid pueden superarle en la temporada 2024-25

El Feyenoord no tira la toalla por Assane Diao: promete una nueva intentona en invierno

Los jugadores del Real Betis celebran un tanto el curso pasado ante su afición en el Villamarín.
Los jugadores del Real Betis celebran un tanto el curso pasado ante su afición en el Villamarín. / AFP7 / EP

Sevilla/El fútbol es de los aficionados. Es un eslogan potente, manido pero que sigue vendiendo. Los aficionados al deporte rey, a base de sus acciones, siguen demostrando por qué esta creencia cada vez más incompleta sigue perteneciéndoles. 

En el Real Betis hay muchos motivos para profesar esta fe de acudir al Benito Villamarín, incluso hay un libro que ilustra aquellas pasiones verdiblancas titulado “100 motivos para ser del Real Betis”, de Daniel Gil Pérez. El autor afirma en algún momento que podrían ser más.

Llevaba pocos meses en Sevilla, estaba haciendo la tradicional ronda de reconocimiento de alguien que va a instalarse en una ciudad nueva. Todavía no conocía la calle Sierpes claro. Ahora la recorro casi a diario en mi camino a la redacción. Topé con una librería, mi pareja me dijo que había una historia curiosa dentro y que me iba a impresionar, más cuando me contó que parecía tener fecha de caducidad. Era la librería Verbo. Era. 

La fachada me engañó, di los primeros pasos una vez superado el primer mostrador y comencé a ver estanterías de madera vacías formando parte del atrezo que vestía aquel antiguo teatro. Fisgoneé entre los pocos libros que restaban en toda la librería, y buscando la sección de deportes me llamó la atención que sólo quedaba uno en esa parte en la que uno se siente pecador cuando entra a una librería. Antes de acercarme tenía claro que debía comprarlo, era una reliquia dentro de un sitio que diría adiós semanas más tarde. Una especie de señal. El libro era aquel que menciono en el primer párrafo. 

Ese libro me traslada a mis primeros tímidos y torpes momentos en Sevilla, e irrevocablemente me ayuda a comprender que el fútbol en esta ciudad transciende más allá de lo terrenal, de lo cotidiano, de las subidas de precio también, dicho sea el paso.

El Real Betis ha cosechado un leve incremento en la nómina de abonados con respecto a los datos de la temporada 2023-24. No ha sido un verano fácil en Heliópolis para que se mantuviera ese nivel de renovaciones. La gente cada vez está más crispada en todos los aspectos de la vida, y el fútbol como ente devorador de emociones no está exento de ello. Ha habido cierto malestar entre algunos vecinos por el plan de obras del nuevo estadio, muchas salidas de peso simbólico en el vestuario durante la campaña de abonados como las de Germán Pezzella o Guido Rodríguez, -curiosamente ambos argentinos, una nacionalidad experta en seducir- pero la afición del Betis sigue respondiendo. 

De 50.373 a 50.741 aficionados que lo colocan como el tercer equipo de España con mayor masa social que paga en el mes de julio, la que engorda frescamente las arcas de los clubes, fresh cash si me permiten la expresión en inglés. Nuevamente es la afición la que retrata el mayor poder de una entidad futbolística, de una empresa que depende de que entre con mayor o menor frecuencia la pelota. Aunque a veces se empeñen en mirar a otro lado. Los números no engañan en esta ocasión.

Sólo Real Madrid y Atlético de Madrid tienen más abonados. Dos transatlánticos construidos con materiales de la capital, difícil pedir más. El Betis se consolida, se instala en ese top 3 por segundo año consecutivo aprovechando que el Barça disputará su segunda temporada lejos del Campo Nou. 

stats