Este Betis tiene hambre de entrar en la historia

La crónica

Los verdiblancos se acercan a sus primeras semifinales europeas al superar en la primera mitad a un Jagiellonia limitado pese a sus buenas intenciones

La velocidad, con dos marchas más al menos en los motores béticos, fue decisiva

Pellegrini dosificó tras el descanso

Así le hemos contado el Betis-Jagiellonia

Bakambu celebra con Pablo Fornals, tras el extraordinario pase de éste, el primer gol bético.
Bakambu celebra con Pablo Fornals, tras el extraordinario pase de éste, el primer gol bético. / Antonio Pizarro

El Betis está ya a un solo paso, nunca mejor dicho por la fecha en la que deberá darlo, el Jueves Santo, de meterse por primera vez en unas semifinales europeas. Los verdiblancos fueron muy superiores a un voluntarioso Jagiellonia que demostró en el Benito Villamarín que tiene un nivel muy inferior a la escuadra que sabiamente dirige Manuel Pellegrini con la ayuda de futbolistas como Isco, Antony e incluso un clarividente Pablo Fornals sobre el césped.

Con la salvedad de la lesión de Jesús Rodríguez, aunque todo se debió a unos problemas estomacales, y del déficit físico que arrastra Isco para acabar los partidos con el nivel que siempre es característico en él, todo fueron buenas noticias para el Betis en estos cuartos de final europeos. Desde los más de 55 mil espectadores fieles de la fe radicada en el sevillanísimo barrio de Heliópolis hasta esa nítida ventaja de dos goles para la visita de siete días después a Bialystok, una localidad polaca cercana a Bielorrusia a unas dos horas de autobús de Varsovia. Sólo faltó el tercer gol, el que se rozó en los postes de Jesús Rodríguez y Natan en la segunda mitad, para que la felicidad hubiera sido completa del todo.

Volviendo al análisis de este primer envite, quedaba claro que era un partido para saberlo jugar, para tener paciencia y no caer en la trampa de un Jagiellonia que partió cargado de buenas intenciones en la salida con el balón. Bastaba con protegerse atrás con eficacia de Pululu y compañía para que todo se pusiera de cara por la inercia que impone la colección de buenos futbolistas que le han puesto a su disposición al técnico chileno desde los despachos del estadio Benito Villamarín.

El primer aviso del peligro llegaría con sólo 40 segundos en el cronómetro de Anthony Taylor. Pululu le ganó un balón, tal vez el único hasta que Pellegrini le dio descanso en el intermedio, a Diego Llorente y dio paso a un centro peligroso desde el sector izquierdo. Johnny, como siempre, estuvo muy atento y dejó la jugada en nada. Lo importante, sin embargo, fue el detalle, el camino que había que transitar para dejarlo todo prácticamente resuelto en la ida. Después, a los 2 minutos, Imaz remataba alto tras un saque de banda directo.

Jesús Rodríguez marca el segundo gol verdiblanco al filo del descanso.
Jesús Rodríguez marca el segundo gol verdiblanco al filo del descanso. / Antonio Pizarro

Y ahí acabarían todas las inquietudes para un Betis que ni siquiera iba a necesitar la mejor versión de un Isco visiblemente mermado en el plano físico. Lo suplió con calidad y acierto un inspirado Pablo Fornal desde su posición de medio centro ofensivo. Los esfuerzos de ese Jagiellonia tan bien intencionado sólo servían para darle algo de emoción al encuentro hasta el filo del intermedio. Pero el gol de oportunista de Jesús Rodríguez en un mal pase atrás de Moutinho se encargaba de liquidar casi definitivamente la situación.

Sólo faltó el tercer gol para que la fiesta fuera completa, pero los remates de Jesús Rodríguez y Natan tras el descanso se estrellaron en los postes

Tanto fue así que Pellegrini, siempre frío y calculador, iba a pensar con ese dos a cero en los siguientes compromisos y entendería que ya no había que correr más riesgos. Dosificación de esfuerzos en medio de un partido de cuartos de final de una competición europea, sí. Isco y Diego Llorente se quedaban en el banquillo en el descanso para protegerlos de sus problemas en el tobillo, el primero, y de la posibilidad de una sanción por tarjetas, en el caso del central, que también será necesario el próximo domingo en la crucial cita liguera con el Villarreal.

El pescado estaba prácticamente vendido con los goles en el primer acto de Bakambu y de Jesús Rodríguez y ni siquiera el susto por el gol anulado a Imaz nada más comenzar el segundo periodo iba a alterar las sensaciones de Pellegrini y de su cuerpo técnico. El Betis había sabido manejar la situación en el primer periodo y sólo era cuestión de repetir en la reanudación, algo que no sucedería por la mala fortuna en los lanzamientos antes reseñados a los postes de Jesús Rodríguez y Natan.

Pellegrini le pide tranquilidad a los suyos con gesto serio.
Pellegrini le pide tranquilidad a los suyos con gesto serio. / Antonio Pizarro

Para que todo llegara tan claro al intermedio fue cuestión de saber esperar a los momentos en los que el partido diera pie a una velocidad mayor. Era algo así como el motor del Betis tuviera seis o siete marchas y el del Jagiellonia sólo fuera un utilitario con cuatro posibilidades de cambiar de ritmo. Mientras que manejaban unos y otros la pelota con tranquilidad todo parecía más igualado, pero en el momento en el que los anfitriones aceleraban todo era bien diferente y las distancias tanto en ese factor como en lo referente a la calidad se disparaban con rotundidad.

Pablo Fornals asumió con acierto el rol de un mermado Isco y le dio un pase espectacular a Bakambu para el primer gol bético

Sólo nueve minutos se llevaban consumidos cuando llegó la primera prueba fehaciente de ello. Un cambio de velocidad del Betis, una contra, la pelota pasa por Pablo Fornals y Bakambu y acaba con un pase preciso de Isco que ponía con todo a favor a Jesús Rodríguez. El excelente extremo le pegó a la primera con su pierna derecha y le salió muy mal, demasiado arriba. Había sido la oportunidad de abrir el marcador rápidamente, pero tampoco iba a importar mucho, con paciencia las distancias iban a quedar marcadas con mucha claridad con el paso de los minutos.

Fue Pablo Fornals quien se encargó de ello con un excelente pase profundo para Bakambu. El congoleño, inspirado ante el gol en esta competición, mandó la pelota a la red con calidad y el Betis se ponía con ventaja muy pronto, concretamente a los 24 minutos. Después llegarían otras opciones claras por parte del propio Bakambu (27’), Isco (33’), en un cabezazo solo tras un gran pase de Antony, y de Sabaly (46’+). Pero quien acertó fue Jesús Rodríguez al aprovechar un regalo de Moutinho antes del descanso.

Era algo así como el motor del Betis tuviera seis o siete marchas y el del Jagiellonia sólo fuera un utilitario con cuatro posibilidades de cambiar de ritmo

Pellegrini pensó ahí en los siguientes compromisos y consideró que la ventaja de 2-0 era suficiente para Bialystok. Los cambios de Isco y Diego Llorente así parecieron atestiguarlo. El Betis, pese a ello, pudo lograr el tres a cero que le hubiera dado una tranquilidad aún mayor. No lo hizo, pero es tan superior al Jagiellonia que no debe ser una utopía pensar en que el Jueves Santo debe sellar sus primeras semifinales europeas. Así debe ser.

Ficha técnica

2 Real Betis Balompié: Fran Vieites; Sabaly, Diego Llorente (Bartra, 46'), Natan, Ricardo Rodríguez; Johnny, Pablo Fornals (Altimira, 85'); Antony (Chimy Ávila, 75'), Isco (Lo Celso, 46'), Jesús Rodríguez (Aitor Ruibal, 57'); y Bakambu.

0 Jagiellonia: Abramowicz; Stojinovic (Wojtuszek, 61'), Skrzypczak, Ebosse, Moutinho; Miki Villar (Hansen, 61'), Flach (Tomás Silva, 82'), Romanczuk, Churlinov; Jesús Imaz (Kubicki, 74') y Pululu (Diaby-Fadiga, 74') .

Goles: 1-0 (24’) Bakambu concreta con la izquierda tras un pase excelente de Pablo Fornals. 2-0 (47’+) Jesús Rodríguez aprovecha un pase atrás de Moutinho y define con la derecha.

Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra). Amonestó a Miki Villar (16’), Isco (16’) y Romanczuk (92’).

Incidencias: Partido de ida de los cuartos de final de la Liga Conferencia disputado en el estadio Benito Villamarín ante 56.442 espectadores, entre ellos alrededor de un millar del equipo polaco.

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