Chapuzón sin playa
PARQUES ACUÁTICOS
Las primeras atracciones de agua se construyeron en los años 80 en la Costa del Sol. Cada vez menos personas acuden a estos parques lúdicos
Los termómetros urbanos superan los 35 grados, el asfalto quema, las jornadas laborales se hacen cada vez más insoportables y, por las noches, el calor no permite conciliar el sueño. Esto es julio. Un día entero en remojo puede ser un buen consejo para paliar los efectos del calor. Toboganes, piscinas de olas, rápidos y pistas blandas son, además, un atractivo añadido. Los parques acuáticos se han convertido en un oasis en plena ciudad, una alternativa a la playa para niños y adultos.
Estos parques comenzaron a instalarse en la Costa del Sol a mediados de los años 80 y, en poco tiempo, se extendieron en casi todas las provincias andaluzas. Muchos de ellos pertenecen a grupos empresariales que ofrecen bonos para entrar en los distintos parques del mismo grupo como Aquópolis, Aqualand y Parques Reunidos. Se trata de una alternativa para hacer frente al calor, más aún cuando la playa no está cerca.
Aquola de Granada es uno de los parques más antiguos. Se inauguró en el verano de 1986, al igual que el de Mijas (Málaga). Situado en las faldas de Sierra Nevada, en los últimos años han instalado nuevas atracciones: una tirolina y el Eurobungy para hacer piruetas en el aire.
Otro mítico parque es Aqualand Bahía de Cádiz en El Puerto de Santa María, antes conocido como Aquasherry. En 1987 El Puerto era la ciudad turística por excelencia de la Bahía, de ahí que el parque se construyera en este lugar. Un barco y un submarino a tamaño real, un parque infantil, una piscina de olas de 2.500 metros cuadrados y los espectáculos didácticos de leones marinos son algunos de sus atractivos. Además, aquí se graba desde hace cinco años consecutivos el programa La Banda de Canal Sur.
Más pequeño es el parque de Mijas en Málaga. Esto hace que sea más familiar y permita un mayor control de los niños. Al Kamikaze, un tobogán muy alto, y al Río Bravo hay que sumar las sesiones de aerobic al mediodía, la sala de masaje y las actuaciones en un pequeño anfiteatro donde se puede ver hasta a un domador de serpientes. “Cada temporada acuden unas 225 mil personas, una cifra no muy buena”, asegura un portavoz del parque. “Cada vez acuden menos personas, pero esto no sólo afecta a los parques, sino a todos los que viven del turismo”, retoma.
La provincia de Córdoba sólo posee un recinto de estas características, Aqua Sierra, en el municipio de Villafranca de Córdoba. Exactamente se encuentra a unos 22 kilómetros de la capital cordobesa, en un paraje entre la sierra y la campiña. La belleza del paisaje es una de sus señas de identidad, así como el Speed Board Slider, su nueva atracción.
Estos parques también poseen cafeterías, restaurantes y zonas de pic-nic por si se prefiere ir con la nevera, la fiambrera con los filetes empanados y el bocadillo de tortilla pero en ningún caso se permite la entrada de vidrio. La mayoría cuenta con líneas de autobuses que van desde el centro de la ciudad o las estaciones de trenes hasta el mismo parque. La idea es pasar un buen día sin complicaciones.
Un delfín llamado Mario es la mascota de Mario Park en Roquetas de Mar (Almería), un nombre que salió de un concurso popular. Como cualquier recinto de este tipo, los toboganes y las piscinas de olas son las estrellas, pero las tapas de sardinas asadas que sirven al mediodía están adquiriendo un gran protagonismo.
El Aquópolis de Sevilla está situado dentro de la ciudad, en la zona residencial de Sevilla Este, con rápidos accesos desde cualquier entrada a Sevilla. Por otro lado, el Aquópolis Cartaya, en Huelva es el más reciente y se encuentra a media hora en coche desde la ciudad.
Los parques acuáticos se han convertido desde la década de los 80 en una de las mejores alternativa en las áreas metropolitanas. Una gran opción para pasar un día en remojo.
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