La vulnerabilidad de la otra orilla

El Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache anunció el viernes, un día después de que el Pleno aprobara una modificación urbanística para construir 60 viviendas y una zona comercial en la Unidad de Actuación 9 (UA9), junto a los aparcamientos del Metro del Barrio Bajo, que el problema de inundabilidad de la zona se iba a salvar subiendo la cota en 2,5 metros desde el nivel del Paseo Fluvial, de forma que la denominada Plaza del Guadalquivir, que dará nombre al conjunto, tendrá cierta inclinación, hasta ganar esa altura.

Pero no evitará que colectivos como la Asociación para la Defensa del Territorio del Aljarafe (ADTA) presenten alegaciones al proyecto, entre otras razones, porque consideran que esta parcela y el resto de la ribera del río de San Juan y Gelves requieren de una actuación mucho más global para estudiar y articular medidas también globales ante las avenidas del río y denuncian que toda la urbanización que se está dando en la margen derecha del Guadalquivir está en suelo inundable sin muro de protección.

"Después de décadas y enormes inversiones en obras públicas para defender a Sevilla de las inundaciones -subrayan- se está reproduciendo la situación de riesgo, en la otra orilla del río, ante la pasividad de todos". En la actualidad, el único muro de defensa que existe en ese lado protege a Camas -que tienen riesgo de inundación, pero por el estado de sus arroyos que vienen de la cornisa, no por el Guadalquivir- y llega a la altura de la actual estación del Metro. Fue construido por la CHG en los años 80, con motivo de las obras de la Corta de la Cartuja. A partir de ahí, aguas abajo, no existe, pese a la inundabilidad no ya de las zonas que estaban ahí años ha, sino de las áreas que se han ido desarrollando: los suelos del antiguo embarcadero del Cala, Herbas, Eurocei, la Vega de Gelves, Decathlon, cita ADTA. Aunque este último parque empresarial, denominado Alavera, ya elevó la cota conforme indicaron los informes sectoriales, según el Consistorio sanjuanero.

El presidente de ADTA, Juan Antonio Morales, subraya que puede que aumentar la cota en la zona de la futura Plaza del Guadalquivir de San Juan en dos metros y medio suponga una solución para esta unidad de actuación en concreto, en los terrenos donde ahora se ubica la feria. El Ayuntamiento subraya que, tendiendo en cuenta la elevación que ya supuso el paseo fluvial que recorre parte del Barrio Bajo, los locales comerciales quedarán a siete metros y medio, la cota a la que llegan las avenidas más altas, las que, según las estadísticas, pueden producirse cada 500 años.

Pero, según Morales, no se trata sólo de solventar este problema puntual. Es necesario ir más allá y saber por ejemplo cómo el recrecimiento de ese suelo influirá en el comportamiento del agua en otras zonas e insiste en que no se trata de un empeño del colectivo, si no que es una actuación que está recogida en las Normas Urbanísticas de San Juan, de 1983 que, con una treintena de modificaciones, siguen vigentes. La protección contra las avenidas aparece reflejada en la memoria informativa de estas normas: "La mayor parte del Barrio Bajo está situado a cotas inferiores a la que se da como cota de inundación para una avenida de 4.500 metros cúbicos", se describe, y se añade que, aunque desde donde termina el muro de defensa (en la actual estación del Metro) hacia abajo son terrenos situados a una mayor cota y requieren de una "menor defensa", ésta es necesaria. "Para ello deberá realizarse un estudio específico, vía Plan Especial, basándose en los datos contenidos en los estudios para la protección de Sevilla contra las crecidas del Guadalquivir". Aunque no se especifica con ese nombre, en los planos, se dibuja una especie de muro, con la aclaración en la leyenda de que es una "defensa contra las avenidas".

El Ayuntamiento insiste en que el documento se redactó hace mucho y con otras leyes en vigor. En cualquier caso, ese plan especial -un estudio específico, que abarque todo el área, con propuestas conjuntas que salvarguarden el interés general- no se ha hecho, se ha obviado, insiste Morales, sin que "los riesgos hayan desaparecido". El presidente de ADTA subraya además que fenómenos como el cambio climático, con el aumento de las mareas y el nivel del mar, pueden agravar el problema.