"Fue un visto y no visto y se desplomó en el autobús que lo llevaba a casa"

Sevilla/El municipio de Gerena sigue conmocionado por el trágico suceso que acabó con la vida de Aarón, un joven de 17 años, apuñalado a escasos metros de su instituto. El fatídico incidente, ocurrido a plena luz del día y frente a testigos, ha dejado un profundo impacto en la comunidad local y en el cercano municipio de Aznalcóllar, de donde era natural el menor.

Luisi, una vecina del pueblo, testigo de lo sucedido, relató los momentos previos y posteriores al ataque. Según explica, pocos minutos antes del crimen, observó un coche blanco que circulaba a una velocidad "un poco más de lo habitual" en el que viajaban tres personas y una niña. Poco después, se desencadenaron los hechos que acabaron con la vida del joven.

Aarón y sus compañeros de instituto se encontraban camino al autobús que los llevaría de regreso a casa cuando, en cuestión de segundos, el joven recibió una puñalada. "Fue un visto y no visto. Le dieron una puñalada, pero Aarón salió andando y fue hasta el autobús, y ahí es donde se desploma", describe la testigo.

El desesperado intento por salvarle la vida

Tras desplomarse dentro al autobús, el conductor y varios compañeros de Aarón intentaron reanimarlo. "El amigo que iba con él lo coge junto con el conductor y otras personas más. Lo bajan del autobús e intentan reanimarlo, pero se desvanece y no pudieron hacer más por él", cuenta la vecina. Mientras tanto, algunos de los jóvenes recurrieron rápidamente a adultos para buscar ayuda y realizaron varias llamadas al 112 para alertar a los servicios de emergencias.

En pocos minutos, la respuesta fue contundente. Al lugar acudieron un sanitario del ambulatorio local, una ambulancia del 061 y, poco después, una segunda ambulancia. Además, un helicóptero del 061 aterrizó en las cercanías para intentar trasladar al joven en un esfuerzo desesperado por salvar su vida. Sin embargo, el desenlace fue trágico. "Cuando vimos el helicóptero ya pensamos lo peor", recuerda la vecina, quien señala que, aunque había cierta esperanza, un hombre se acercó al lugar confirmando lo que todos temían: "Le han matado, le han matado".

Escenas de pánico y nerviosismo

El impacto del suceso no solo dejó consternados a los testigos, sino que también desató escenas de nerviosismo entre los compañeros de Aarón. Algunos jóvenes, visiblemente afectados, acudieron al bar más cercano pidiendo vasos de agua y un lugar donde poder limpiarse las manos. "Estaban con los ojos idos, todos blancos, todos pálidos, con un ataque de nervios impresionante", describe la testigo, reflejando el horror vivido por los adolescentes que presenciaron la tragedia.

Llama la atención que, según los relatos, apenas había sangre en el lugar del crimen, algo que sorprendió a los testigos y aumentó la confusión en los primeros momentos tras el ataque.

Una comunidad rota por el dolor

La muerte de Aarón, a tan corta edad y en circunstancias tan violentas, ha dejado una profunda huella en Gerena y en Aznalcóllar, su localidad natal. La comunidad educativa, los vecinos y las autoridades locales han mostrado su pesar y su solidaridad con la familia del joven, al tiempo que exigen que se esclarezcan los hechos y se haga justicia.

Mientras continúan las investigaciones para identificar y detener a todos los implicados, la población de Gerena permanece consternada, tratando de procesar una tragedia que ha conmocionado a todos y recordando a un joven cuya vida fue arrebatada de forma cruel e inesperada.