El viaje de Hasekura, cuatro siglos después

Un descendiente del jefe de la expedición japonesa que llegó a Coria hace cuatrocientos años visita el municipio vestido de samurái Hoy se espera al príncipe heredero Naruhito

Hasekura Tsunetaka y sus familiares, ante la estatua de su antepasado.
Hasekura Tsunetaka y sus familiares, ante la estatua de su antepasado.
R. P.

14 de junio 2013 - 05:01

Hasekura Tsunetaka, descendiente en decimotercera generación del samurái Hasekura Tsunenaga, que encabezó la primera delegación oficial que Japón envió a España hace 400 años, visitó ayer una iglesia y una ermita de Coria del Río, y se reunió con los corianos de apellido Japón.

El descendiente del samurái, acompañado de once familiares, fue recibido por el alcalde de Coria, Modesto González, y visitó lugares relacionados con la Embajada Keichô, que llegó al pueblo sevillano hace cuatro siglos para pedir relaciones comerciales con Nueva España (México) y el envío de misioneros a Japón, lo que no lograron.

Tras la recepción en el Ayuntamiento y, rodeado por numerosos vecinos, Tsunetaka, vestido como un samurái tradicional, visitó la escultura de su antepasado, situada junto al río, donde está previsto que el príncipe heredero de Japón, Naruhito, plante hoy un cerezo. "Hoy siento una emoción especial y una gran alegría al estar delante de la estatua de mi antepasado Hasekura Tsunenaga, con toda mi familia", dijo Hasekura Tsunetaka.

En su discurso, el descendiente del samurái elogió la labor de Virginio Carvajal Japón, quien realizó una ardua tarea de investigación sobre el origen del apellido Japón y de la relación de los japoneses con Coria, y agradeció la labor del Ayuntamiento coriano en pos de unir lazos con Japón y en promover relaciones culturales. Al finalizar el acto, el coro de Santa María de Coria del Río interpretó el Kimigayo, himno nacional japonés, y el himno de Andalucía.

Después, Hasekura visitó la iglesia de la Estrella, donde el párroco, Antonio Santos, le mostró el libro del registro bautismal, exactamente el que recoge los bautizos realizados durante los años 1665-1667, en el que aparece por primera vez registrado el apellido Japón, correspondiente a Catalina Japón en 1667. Luego se desplazó a la ermita del Cerro de San Juan, que probablemente visitó Hasekura hace 400 años porque la regentaban los franciscanos, orden del acompañante sevillano del samurái, fray Luis Sotelo. También estuvo en la sala de temática japonesa Virginio Carvajal Japón, en la que se muestran objetos artísticos e históricos relacionados con la cultura japonesa y la relación entre Coria del Río y el país nipón.

Por la tarde, Hasekura y su familia mantuvieron un encuentro con corianos que tienen el apellido Japón, unos 700 de los 30.000 habitantes de la localidad ribereña, y luego el poeta japonés Mutsuo Takano habló del haiku, una forma poética japonesa cuya principal característica es la simplicidad y la relación con la naturaleza. En este acto intervino Hasekura, que entregó caligrafías de sus poemas traducidos al japonés a las personas que escribieron haikus en homenaje a las víctimas del terremoto y del tsunami del 11 de marzo de 2011.

Estos actos se incluyen en las distintas celebraciones registradas en Coria con motivo de la visita del príncipe heredero Naruhito y los 400 años de la llegada de la embajada, que regresó al país nipón siete años más tarde. Para la estancia en Coria del príncipe japonés, que antes dará un paseo en barco por Sevilla, se ha habilitado una entrada a la reja que hay alrededor de la escultura del samurái, donde se ha abierto un alcorque en el que plantará el cerezo. Tras una suelta de palomas, el príncipe firmará en el Ayuntamiento coriano en el libro de honor antes de desplazarse al colegio público Vicente Neira y de regresar a Sevilla.

En la capital andaluza almorzará en los Reales Alcázares, inaugurará en el Archivo de Indias la exposición con documentos originales de la Embajada Keichô y concluirá la visita en el Museo de Baile Flamenco de Cristina Hoyos.

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