El trompetista sevillano Ángel Sánchez, que padece un cáncer cerebral, reclama ayuda para artistas enfermos

Fue pionero en los vientos flamencos y tiene más de 20 años de trayectoria profesional en bandas de música y escenarios como trompetista,

Este músico de Castilblanco de los Arroyos se vio obligado a interrumpir su actividad cuando le diagnosticaron la enfermedad

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El trompetista sevillano Ángel Sánchez, que padece un cáncer cerebral.
El trompetista sevillano Ángel Sánchez, que padece un cáncer cerebral. / Juan Carlos Romero
Juan Carlos Romero

18 de septiembre 2022 - 13:22

La crisis es tiempo de cambio interior, y en el caso del trompetista sevillano Ángel Sánchez (Castilblanco, 1985) ha sido también un tiempo para reconocerse, abrazar sus flaquezas, experimentar, exprimir su faceta creativa en torno al flamenco y las músicas del mundo para descubrir lo que de la identidad colectiva persiste en la manera de hacer sonar la trompeta en Andalucía.

Pero la enfermedad se topó en su camino y ha interrumpido sus actuaciones y su emergente carrera como profesional de la trompeta, dejándole también sin ingresos y en una situación de vulnerabilidad.

"Seguimos soñando y peleando", confiesa hoy este artista y vecino de Castilblanco de los Arroyos que, reconoce, no vive su mejor momento desde que le diagnosticasen en febrero de 2020, días antes de su cumpleaños, un cáncer cerebral. La enfermedad sobrevenida hizo que tuviese que concentrar toda su energía -y la de su familia- en aferrarse a la vida.

"Aún no soy capaz de retomar el trabajo como músico, mientras me encuentro sin respaldo económico ni ayudas de ningún tipo que no sea la caridad", afirma este artista sevillano que desde los 12 años, cuando se estrenó en la Banda Municipal de Música de Castilblanco de los Arroyos, mantiene una carrera profesional como trompetista que le ha llevado a tocar a destajo por escenarios y galas de televisión en la Península Ibérica junto a otros artistas como Andrés Herrera 'Pájaro' o Joaquín Eligio Brun, 'Kini de Triana', Rafael Riqueni, Martirio, Kiko Veneno, Miguel Poveda o Pasión Vega.

Resguardado de la pandemia y prácticamente sin contacto exterior que pudiera comprometer o agravar su estado de salud, comparte por redes sociales sus pensamientos y reflexiones sobre una relación con la enfermedad que, como cualquier otra persona, no habría deseado tener nunca.

El trompetista Ángel Sánchez (Castilblanco de los Arroyos, 1985).
El trompetista Ángel Sánchez (Castilblanco de los Arroyos, 1985). / Juan Carlos Romero

Relata la batalla que libra en primera persona, a veces con toda crudeza. Reivindica así su situación, especialmente vulnerable, que es también la de muchos otros artistas cuando una crisis en la salud les obliga a dar el paso al lado, a interrumpir sus compromisos laborales y a quedarse sin recursos económicos para sustentarse. "Me encuentro invisible totalmente, y nada de lo que he hecho consta en ninguna parte, como si yo hubiera tenido la oportunidad de hacerlo legalmente, qué disparate", afirma Sánchez.

Pionero dentro de los vientos flamencos, impartió también algunas lecciones de trompeta flamenca como especialidad en la Escuela de Flamenco Amor de Dios de Madrid y, gracias a la organización Trumpetland, en Sennsa Teatro Laboratorio, en la barriada del Cerro de Sevilla.

Con el objetivo de seguir creando y trasmitiendo belleza, en las jornadas en que los dolores se lo permiten, interpreta algunas de sus partituras favoritas y dedica unas palabras de apoyo y empatía para otras personas que sufren en un momento determinado de sus vidas debido a una enfermedad, buscando tejer una red de apoyos mutuos que aleje la soledad de estos males.

En un momento en el que la pandemia del covid-19 puso al mundo de las artes, la cultura y la música en la obligación de unirse para visibilizar la precaria situación económica en la que se encontraban al perder ingresos debido a la suspensión de espectáculos y eventos relacionados con su sector o a las restricciones de aforo que hacían inviable conciertos y eventos masivos, el trompetista Ángel Sánchez hace un llamamiento al conjunto de la sociedad y a sus colegas en el mundo de las artes para que reclamen a las autoridades el establecimiento de mecanismos y ayudas con los que asistir a artistas que más allá de algo excepcional como el coronavirus enferman de cáncer o de alguna otra enfermedad grave.

El objetivo, detalla, es que cuenten con los recursos necesarios para abonar los cuidados que precisan y para su sostenimiento mientras enfrentan la enfermedad y hasta que puedan volver a retomar su actividad profesional.

"Qué bueno cuando hablamos de la defensa de la salud pública, quizá algún día si un artista enferma de cáncer o de otra enfermedad grave pueda sentir el apoyo de las instituciones culturales en conjunto con los asuntos sociales, creando planes de ayuda que no son para irse de viaje sino para tener, como enfermo, cubiertos los cuidados esenciales, y más en un gremio que cuenta con una gran invisibilidad", reclama Ángel Sánchez, que ha encontrado en sus padres y su hermana el amparo y el lugar seguro desde el que sacar fuerzas para seguir dando el pulso a su enfermedad.

Ángel Sánchez toca la trompeta en su pueblo.
Ángel Sánchez toca la trompeta en su pueblo. / Juan Carlos Romero

En su perfil en redes sociales recibe y agradece las muestras de apoyo y cariño de sus amigos y conocidos. Y especialmente comparte música, mucha música, ese lenguaje universal al que se ha entregado y donde ha sobresalido como profesional desde que recibiera las primeras lecciones en la Escuela Municipal de Música de Castilblanco de los Arroyos. Sones que acompasan los días de tratamiento en su proceso de recuperación.

Pese a los avatares de la enfermedad, este 2022 ha sido un año con buenas noticias. La publicación de su segundo album, El sanatorio de los dioses, le ha supuesto un estímulo para reconectar con su carrera artística. Se trata de una propuesta de música experimental enraizada en Andalucía donde confluyen el jazz y el soul con un virtuoso toque de la guitarra y de la trompeta flamenca junto al fallecido guitarrista Kiki La Maruchi.

Un disco que ve la luz gracias al empeño del trompetista castilblanqueño, que se afanó en autoeditar y poner a la venta a través de sus redes sociales esta propuesta sincretista como reconocimiento y tributo a su amigo Kiki La Maruchi, con quién publicó su primer album Manantial Flamenco, que puede escucharse en Youtube.

Con la confianza puesta en enmendar esta situación, ganar el pulso a la enfermedad y volver a disfrutar del aplauso del público, y abrazándose a una brillante trompeta flamenca soñando tener el aliento suficiente para hacerla sonar muchos años más, el trompetista Ángel Sánchez agradece los cuidados que recibe de su familia, y la sensibilidad con la que le acompañan en esta batalla al cáncer.

"Hoy mi madre me ha montado en el coche y me ha llevado a Triana, sin bajarme del coche he visto el puente, la calle Pureza, la Casa de las Columnas donde se crió mi abuelo, la calle Betis, el río, la Torre del Oro y la Giralda al fondo", explica emocionado, "allí me siento cerca de los míos, y la sangre me corre diferente, ha sido una maravilla... ahora entiendo mis formas al tocar", concluye.

Recientemente, artistas amigos de Ángel Sánchez se organizan para poner en marcha diferentes acciones solidarias para recaudar fondos con los que ayudar al trompetista mientras dura su proceso de recuperación. Así, el próximo 9 de octubre a las 16:30 horas se celebrará un concierto solidario en el Teatro Municipal Miguel Fisac de Castilblanco de los Arroyos con antiguos integrantes de la Escuela Municipal de Música donde Sánchez se formó como artista, y para el que se ha abierto una Fila 0 con el propósito de obtener recursos. Unas acciones que cuentan con el respaldo de los agentes sociales del municipio.

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