La magna
Los recortes llegan también a la infraestructura más básica
La Diputación reconvierte el plan provincial de inversiones, uno de los pilares de la casa, en bianual para mantener las obras solicitadas por los ayuntamientos tras el recorte de los fondos del Estado.
Cuando se ha abierto un debate sobre cuáles deben ser las competencias que un ayuntamiento puede y debe realmente asumir y cuáles se prestan mejor por un ente superior, lo cierto es la crisis y los recortes han dejado bajo mínimos incluso aquellos cometidos municipales que nadie discute. Esto es: el pavimento de calles y plazas, alcantarillado, el alumbrado público, los parques y jardines, el cementerio...
Buena parte de las mejoras relacionadas con estos aspectos las han ido afrontando hasta ahora los municipios con el plan anual de obras y servicios de la Diputación, que inicialmente se aprobó en el mes de febrero, pero que tras el recorte en los Presupuestos Generales del Estado de la partida que estaba previsto que llegara para el mismo del Gobierno central (2,5 millones) ha sufrido una radical transformación que ha obligado a programar para dos años (2012 y 2013) obras que los municipios le habían solicitado para este ejercicio. La Diputación evita así que se queden fuera.
Es la primera vez que esto ocurre con este plan, uno de los pilares fijos en el presupuesto de la Diputación que preside Fernando Rodríguez Villalobos y que no quedará al margen tampoco de la subida del IVA a partir de este mismo mes de septiembre hasta el 21%. Ello se traduce en que las obras programadas en 104 municipios de la provincia y tres entidades locales autónomas van a suponer un coste adicional sobre lo previsto de casi 400.000 euros más en su conjunto.
En concreto, de los Presupuestos Generales del Estado ha desaparecido el plan de cooperación de obras, servicios y red viaria local, por el que el Estado aportaba a estas pequeñas obras de los municipios sevillanos alrededor de 2,5 millones de euros. A cargo de esa partida, se habían previsto 56 obras solicitadas por los ayuntamientos y que se habían aprobado ya en febrero dentro del plan de inversiones (alumbrado, alcantarillado, abastecimiento...).
Para evitar que alguno se quedara fuera, esa partida ha sido asumida por la Diputación de Sevilla junto al IVA -tres millones en total- pero la ha presupuestado de forma bianual. Es decir el plan aprobado ahora -por un montante total de cerca de 17,2 millones de euros- se ejecutará en dos años, 2012 y 2013.
De la cantidad prevista dentro de esa aportación del Estado para proyectos red viaria se mantienen 511.000 euros, también a cuenta de la Diputación, correspondientes a un gasto ya comprometido por una obra en ejecución, la mejora de SE-6300, que une la N-IV con Lebrija, tras la certificación de obra, según la diputada responsable del área de Cohesión Territorial, Trinidad Argota.
Para buena parte de los municipios, estas inversiones siguen siendo estratégicas, en tanto que la mejora de calles y plazas, su urbanización, el alcantarillado, el alumbrado público, etcétera, es una necesidad permanente. Hay que ir renovándolas cada cierto tiempo y las peticiones de los vecinos no cesan.
Otros admiten cierta saturación de inversiones, por los planes específicos de la Junta y la Diputación que se han sucedido en los años de bonanza económica o la inyección de fondos extraordinarios en este sentido que supusieron el Plan E y el Proteja, con los que el entonces Gobierno central del PSOE y el de la Junta intentaron aminorar a base de obra pública la crisis que se venía encima.
Dada la situación económica financiera de los ayuntamientos muchos tienen como prioridad lograr fondos incondicionados, sin que estén vinculados a inversiones, para aumentar su liquidez y hacer frente al gasto corriente.
Con todo, sólo un municipio ha renunciado hasta el momento a participar en este primer plan bianual del inversiones de la Diputación. Se trata de Benacazón, que se enfrentará este otoño a una situación económica complicada agravada por el hecho de que no llegó a presentar plan de pago a proveedores con lo que el Estado le retendrá de la PIE (Participación de los Ingresos del Estado) lo que ha tenido que abonar a los proveedores municipales.
Inicialmente, a Benacazón le correspondían algo más de 70.000 euros (de los que 56.000 los portaría la Diputación y con una cofinanciación de 14.000 del Ayuntamiento) para continuar con la adaptación el antiguo consultorio como edificio municipal para otros usos. En el Pleno municipal de julio renunció a la partida. Hay otras prioridades para el dinero. En el listado de inversiones tampoco aparece Los Molares, que solicitó que el dinero se le adelantara el año pasado.
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