La ventana
Luis Carlos Peris
Espectáculo con muertos al fondo
Medio Ambiente
La Consejería de Fomento y Vivienda va a poner en marcha un proyecto de investigación con pavimento elaborado con materiales reciclados para comprobar si reduce el ruido que ocasiona el tráfico. Ha seleccionado dos puntos en otras tantas carreteras sevillanas que atraviesan núcleos urbanos y en las que las quejas por el tráfico son conocidas. De hecho, en ambas se ha llegado a reclamar el soterramiento como alternativa.
Se trata de la A-8058, la autovía de Coria, a su paso por Gelves, en la que los nuevos materiales (como caucho reciclado) se aplicarán en un pequeño tramo de algo más de medio kilómetro a la altura de la urbanización Marina de Gelves, con un volumen de tráfico de hasta 30.000 vehículos al día; y la A-376, la autovía de Utrera, a su paso por la barriada nazarena de Montequinto, por donde pasan diariamente unos 50.000 coches. En este caso, se experimentará con material procedente de plásticos agrícolas, neumáticos o nylon. Ya se han hecho mediciones para comprobar después su evolución y se espera que los resultados de la investigación estén en a lo largo 2018.
Según informaron fuentes de la Consejería de Fomento y Vivienda, la iniciativa se hace con dos empresas que presentaron el proyecto a la Administración andaluza: la Fundación Cidaut (de Investigación y Desarrollo en Transporte y Energía) y Eiffage Infraestructuras (especialista en obra civil, edificación y en fabricación de mezclas asfálticas, con una improtante actividad también en reclicados de firmes). Ha sido uno de los proyectos de este tipo de todo el país, junto a otro que se desarrolla en la Comunidad de Madrid, seleccionado por la Comisión Europea dentro del programa LIFE (Medio Ambiente y Acción por el Clima), de ahí su denominación: LIFE Soundless.
Gracias a ello, la UE financiará el 60% de un presupuesto de 1,44 millones de euros y la Junta y las empresas asumirán el 40% restante, en un “ejemplo” de colaboración público-privada, según fuentes del departamento que dirige el consejero Felipe López. En concreto, la Administración aporta el 27% de la cantidad que no financia la UE; la fundación Cidaut, el 39% y Eiffage, el 34%.
En el caso de Montequinto, donde los coches circulan de media a entre 70 y 80 kilómetros por hora, se experimentará incluso con dos capas diferentes en cada lado de la calzada, entre los puntos kilométricos 2,1 y 3,1 de la A-376. En la calzada derecha sentido Utrera se aplicarán cuatro centrímetros de una mezcla bituminosa (con betún) con un porcentaje de plástico reciclado de origen agrícola. También en la parte de la derecha, pero en la vía de servicio, el material contendrá fibras de nylon recicladas. En la calzada izquierda sentido Utrera, además del plástico se emplearán restos de neumáticos, previo proceso de reciclaje.
En Gelves, donde la velocidad media son 50 kilómetros por hora, la mezcla será de betún y caucho entre los puntos kilométricos 3,35 y 3,87 y, en este caso, las diferencias entre las dos calzadas se centran en el porcentaje de cada componente que se utilizará, para valorar después los resultados.
Los contratos para extender las mezclas se han sacado a licitación por cerca de 184.000 euros y está previsto que se adjudiquen este mismo mes de febrero, con lo que la recopilación de datos ya con los nuevos materiales arrancará en breve.
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