La prueba para ver si los gases en el alcantarillado proceden de un pozo ciego se retrasa

sevilla/La prueba que técnicos de Emasesa y del Ayuntamiento de Coria tenían previsto realizar este viernes en un antiguo taller de coches de la calle Retuerta, para comprobar si un pozo ciego podría ser el causante de la presencia de sustancias químicas volátiles en el alcantarillado, no se llevó a cabo. Según fuentes consultadas, el propietario se negó, al parecer por la presencia de televisiones. Pero fuentes del gobierno local aseguran que está dispuesto a colaborar y que "se están coordinando" para realizar las pruebas en próximas fechas. Éstas consisten en la colmatación con agua de la red del local, para comprobar si hay fugas hacia ese pozo y si es la vía por la que las sustancias detectadas -habituales en los talleres de chapa y pintura- están llegando al alcantarillado de la barriada Guadalquivir. Mientras tanto, Emasesa seguía comprobando este viernes con cámaras los desagües.

Esta hipótesis está recogida en un informe del ingeniero técnico municipal, responsable de vertidos en el Consistorio, hecho a petición del alcalde, Modesto González, después de que así se lo solicitara la oposición en el Pleno del 24 de octubre. Se trata de una posibilidad que el funcionario había apuntado antes. En la reunión de la comisión de seguimiento del jueves, los responsables de los distintos informes señalaron que la teoría del pozo es factible, tras acotar la zona en la que se concentran los gases, aunque siguen sin descartarse otras.

En esa reunión se presentó también el informe del Departamento de Ingenería Química y Ambiental de la Escuela Superior de Ingeniera de Sevilla. En el mismo, se comparan los compuestos detectados con "los límites de exposición para agentes químicos publicados por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo" en 2017, basados en las condiciones en las que "la mayoría de los trabajadores" pueden estar expuestos 8 horas diarias y 40 horas semanales durante toda su vida laboral sin sufrir "efectos adversos". "La presencia de estos compuestos en el aire de forma esporádica no ha supuesto un peligro para la población", concluye. Todos los parámetros detectados en los medidores (en la calle, a varios metros de altura, con el extractor funcionando) quedan lejos de los límites. El fenol alcanzó 0,07 mg/Nm en el cruce de calle Batán con Gran Avenida, cuando el tope es 9.

Pero el edil de Podemos, Juan Bizcocho, matizó este viernes que, aunque no exista otra referencia, no es lo mismo medir esos gases al aire libre que en espacios cerrados, en las casas, en donde la exposición va más allá de la jornada laboral y afecta no sólo a personas en edad laboral, sino a mayores, niños o personas con dolencias previas. De ahí que, a petición de los distintos grupos y los vecinos, se sacara el compromiso de hacer mediciones dentro de las viviendas. Aunque después de tres meses y de aplicar otras medidas, como el agua a presión en las tuberías, las circunstancias han cambiado. La dimetilacetamida (un potente disolvente) no ha vuelto a aparecer en niveles significativos. Al nivel del fenol, sí se ha constatado la presencia de otros "hidrocarburos halogenados".

El portavoz del PP, Andrés Parrado, lamentó que no se haya puesto en marcha el Plan Municipal de Emergencias con el que, entre otras cosas, se podría habilitar un fondo para que el seguimiento médico a los afectados se canalizara por otra vía, sin saturar el centro de salud. También insistió en que hubiera servido para acelerar todo lo que se está intentando hacer ahora, con la lógica preocupación de los afectados después de tres meses y pese a que los informes concluyen que no hay consecuencia para la salud. El diputado del PP por Sevilla, Juan Bueno, tiene previsto elevar una pregunta al Parlamento sobre el problema.