La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Una noche también amenazada por el confort
seguridad ciudadana/El accidente de tráfico en el que se vio implicado José Ortega Cano ha sacado a la luz una figura que hasta ahora permanecía más o menos oculta en los servicios de Bomberos de la provincia de Sevilla, la del llamado polibombi. Con este término conocen los bomberos profesionales a aquellos policías locales que, en sus horas libres, ejercen como bomberos voluntarios y obtienen así un sobresueldo de la administración.
El problema, para los bomberos profesionales, es que esta situación no sólo se da en los municipios más pequeños, donde puede entenderse la ausencia de un servicio específico de extinción de incendios. También se está dando en ayuntamientos mucho más grandes, con lo que se incumpliría la ley andaluza de gestión de emergencias, que recoge que los municipios con más de 20.000 habitantes deben contar con un cuerpo propio de bomberos.
La polémica se ha reactivado a raíz del accidente de tráfico del torero José Ortega Cano en la carretera que une Burguillos y Castilblanco de los Arroyos, en el que falleció Carlos Parra, vecino de este último municipio. El Sindicato Profesional de Bomberos (SPB) emitió una nota de prensa tras el siniestro en la que detallaba las dificultades para rescatar a Ortega Cano de su vehículo porque los parques más próximos estaban cerrados y hubo que localizar a los bomberos voluntarios y hacer que éstos se reincorporaran al trabajo.
El sindicato colgó esta nota en su web, en la que numerosos internautas han expresado opiniones sobre el asunto. Algunos de ellos, que se identifican con nombres y apellidos, admiten ser policías locales de determinados municipios y percibir cantidades extras por trabajar como bomberos voluntarios. El SPB entiende que esta situación es completamente ilegal y que la administración tolera estas prácticas. Esta central sindical elaboró un informe sobre la precariedad del servicio de bomberos en la provincia el pasado mes de abril. En ese informe, el SPB expone que, excluyendo la capital, hay nueve parques profesionales en la provincia con un total de 240 agentes, lo que supone que hay un bombero por cada 5.200 habitantes. En cambio, hay 15 parques de voluntarios, con 250 personas que ejercen como tal. "Si profesionalizaran todos los parques y el total de voluntarios fuesen profesionales contaríamos con 490 efectivos, que para los más de 1.217.000 habitantes de la provincia -sin contar los 704.000 de la capital- nos daría una media de un bombero por cada 2.480 habitantes", relata el informe.
El documento acaba citando una serie de municipios en los que se incumple claramente la ley de emergencias. El primero de ellos es Mairena del Alcor, que tiene 21.000 habitantes y no cuenta con ningún tipo de servicio de extinción de incendios. Coria del Río tiene 28.600 vecinos y cuenta con un parque de 15 voluntarios. Carmona, con 28.500 habitantes, tiene una dotación de otros 12 voluntarios. El caso más grave es el de La Rinconada, que cuenta con 36.600 habitantes y tiene un parque de 13 voluntarios.
La situación es tolerada en determinados ayuntamientos, a los que resulta más barato entregar una cantidad extra a sus funcionarios que montar desde cero un servicio con bomberos profesionales, máxime cuando en tiempos de crisis apenas se convocan nuevas plazas para bomberos.
Este periódico también contactó con la Diputación Provincial de Sevilla. Fuentes de esta institución supramunicipal admitieron que entre los bomberos voluntarios que prestan servicio en la provincia hay funcionarios de los distintos ayuntamientos, si bien no entraron a valorar la legalidad de este asunto.
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