La plantilla de Ybarra reclama un plan de ayudas como el de Campofrío

Campofrío es el modelo a imitar. Así lo expuso la dirección del Grupo Ybarra el lunes y así lo refrendaron ayer sus empleados. La compañía agroalimentaria quiere resurgir de las cenizas como lo hizo la empresa de embutidos, que en noviembre de 2014 sufrió un devastador incendio en su fábrica burgalesa, lo que puso en jaque el futuro de mil trabajadores. Su decisión desde un primer momento fue igual de firme que la de Ybarra: levantar nuevas instalaciones en el terreno arrasado por el fuego y declarar de carácter excepcional el siniestro para que las distintas administraciones se impliquen en las ayudas a los trabajadores así como en la construcción de la nueva fábrica. De ahí surgió la denominada Ley Campofrío que ahora se reclama para la firma de aceites y mayonesa.

En el caso de Ybarra, se necesitaría la implicación del Estado, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Dos Hermanas. El secretario general de Fica-UGT, Pedro Hojas, se encargó de explicar la hoja de ruta en la sede regional del sindicato. El primer paso a seguir es declarar el carácter extraordinario de la situación a la que se enfrenta la compañía y la plantilla. La Junta de Castilla y León ya lo hizo tras el incendio de Campofrío, puesto que en la legislación laboral no se contemplan supuestos como éste. Hojas incidió en que este proceso ha de ponerse en marcha "cuanto antes". "Lo que haya que hacer, hay que hacerlo ya", refirió el representante sindical, quien exigió un compromiso por escrito de la empresa con tal fin.

A partir de ahí, ¿cuál es la colaboración que tendrían que prestar las administraciones implicadas? Hilario Sancho, presidente del comité de empresa de Campofrío -presente en la rueda de prensa de ayer-, aclaró que la Junta de Andalucía aportaría los complementos a los trabajadores. La administración de Castilla y León destinó tres millones de euros a la plantilla de la fábrica de embutidos, compuesta por mil empleados. El Estado se encargó entonces de exonerar a Campofrío del pago a la Seguridad Social, lo que supuso un ahorro de 10 millones de euros. "Eso sí, bajo el compromiso firmado de conservar todos los puestos de trabajo", recordó Sancho. Por su parte, el Ayuntamiento de Burgos exoneró también a la compañía del pago de impuestos y tasas por las licencias necesarias para levantar una nueva fábrica en los terrenos incendiados, además de aligerar el trámite burocrático. Una ayuda -valorada en el caso de Campofrío en 11 millones de euros- que ahora le correspondería al Consistorio nazareno, gobernado por el socialista Francisco Toscano.

El regidor de Dos Hermanas visitó el lunes la planta incendiada de Ybarra. Allí se encontraba también, entre otros representantes políticos, la ministra de Empleo en funciones, Fátima Báñez, quien ya se mostró dispuesta a aplicar un programa de ayudas similar al de Campofrío. "No hay nada en Burgos que no se pueda hacer aquí", señaló Báñez.

El presidente del comité de empresa de Ybarra, Manuel Torres, especificó que la plantilla de Dos Hermanas la componen 250 trabajadores, entre los que hay contratados temporales. Recordó que una de las propuestas de la empresa es recolocar a parte del personal en otros centros de producción mientras duran las obras. También ha ofrecido a cinco trabajadores acogerse a la prejubilación. Torres planteó la necesidad de conocer la indemnización que la compañía puede recibir de la asegurada. En Campofrío ascendió a 313 millones de euros.

Los trabajadores desean que el plan de ayudas se ponga en marcha cuanto antes, "con independencia" de la investigación judicial que ha abierto la juez de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Dos Hermanas para esclarecer las causas del incendio. El Ayuntamiento de Dos Hermanas emitió un comunicado en el que preveía que el fuego quedara totalmente extinguido ayer.