La parricida de Pilas no padece ninguna patología mental según el informe psiquiátrico

Horror en el Aljarafe

La madre alegó que ocultó los embarazos a su marido porque éste le "amenazó con dejarla" si tenía más hijos. La autopsia del primer bebé confirma que murió asfixiado.

Sara L.H. llega a su casa de la calle Beatriz de Cabrera donde se han hallado los dos bebés congelados.

Foto: Antonio Pizarro
Sara L.H. llega a su casa de la calle Beatriz de Cabrera donde se han hallado los dos bebés congelados. Foto: Antonio Pizarro
Jorge Muñoz, Sevilla

24 de enero 2013 - 12:12

Sara López, la parricida de Pilas que ocultó los cadáveres de dos bebés en sendos congeladores, no padece ninguna patología mental, según el informe psiquiátrico realizado por los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla.

Los forenses que han estudiado a la mujer de 34 años que está acusada del doble asesinato de sus bebés, a los que dio a luz en su domicilio de Pilas tras haber ocultado su embarazo a su marido y al resto de sus familiares, han concluido que Sara López está en perfecto estado de salud, que no sufre ninguna enfermedad mental, según han confirmado fuentes del caso una vez que se ha levantado el secreto de sumario.

El juez de Sanlúcar la Mayor dispone ya del informe definitivo sobre la autopsia del primer bebé hallado el 9 de noviembre y que confirma que la muerte se produjo por asfixia, aunque aún queda por determinar si falleció ahogado dentro de la bañera donde la imputada ha reconocido que dio a luz.

Respecto al segundo bebé, aún no se cuenta con la autopsia completa, por cuanto el cadáver llevaba más tiempo congelado y el examen forense resulta más complicado.

Sara López ha reconocido en su declaración en el juzgado que ocultó los embarazos a todo su entorno, incluso a sus compañeras de trabajo ante las que se cambiaba, y ha dicho que "nadie" le asistió en los partos ni le ayudó. La madre ha afirmado que “temía la reacción del entorno" de su marido ante el primer embarazo y ha justificado que guardara el bebé en el congelador porque "no quería desprenderse de él ni olvidarlo" y porque no le parecía bien "tirarlo a un contenedor".

En cualquier caso, la acusada ha dicho que si el niño hubiera nacido vivo se lo habría quedado, y trató de justificar su actuación en los problemas de su marido y en que éste "muchas veces le amenazó con dejarla si se quedaba embarazada".

Estas afirmaciones de la madre de los dos niños que fueron congelados han sido desmentidas por su esposo, Francisco H. L., quien ha declarado en el juzgado que si hubieran venido más hijos al matrimonio los habría aceptado.

La parricida ha admitido que el primer parto tuvo lugar el 24 de junio de 2011, diecisiete meses antes de que fuese localizado, y que aprovechó que su marido y sus dos hijos se habían ido de casa tras desayunar. Según la imputada, el parto fue “muy rápido”, ya que a la segunda o tercera contracción nació el niño y el alumbramiento se produjo dentro de la bañera. La parricida ha dicho que abrió el grifo “para evitar que se golpeara” el bebé en la bañera, donde no estuvo mucho tiempo sumergido, y ha asegurado que al nacer el niño "ni lloraba ni se movía", por lo que, a su juicio, estaba muerto, una versión que ahora contradice el informe forense.

La madre añadió que estaba "muy nerviosa y tenía miedo", y que no recuerda haber cortado el cordón umbilical aunque sí lo presionó para que no sangrara. La acusada ha asegurado que expulsó la placenta, quitó el agua y estuvo sangrando un rato. Después, al ver que no se movía ni respiraba, "lo metió en la bolsa, lo ató y lo guardó" en el congelador.

Del segundo embarazo, el que se produjo varios meses antes que el del 24 de junio de 2011, la imputada sólo ha declarado que no recuerda que estuviera encinta.

En cuanto al tercer embarazo, la niña que nació una vez que Sara L. H. ya había sido encarcelada por el doble asesinato de los dos bebés, la imputada ha subrayado que en el mes de septiembre pasado le comentó que se hallaba en estado a su madre y a una hermana, y ha dicho que ambas le guardaron el secreto.

El juez de Sanlúcar la Mayor continúa a la espera de que llegue el informe completo de la autopsia del bebé que fue hallado el 27 de noviembre y que fue el primer parto que ocultó la imputada. La guarda y custodia de los tres hijos del matrimonio ha sido concedida por el juez al marido de Sara López, quien ya se ha personado en la causa para ejercer la acusación particular contra su mujer.

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