Las parcelaciones entran en el PGOU como urbanizables 30 años después

Demasiadas veces el calificativo de histórico se usa sin fundamento. Pero estaría justificado en el caso del nuevo PGOU de Carmona, que el Pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad hace unas semanas. El decreto sobre edificaciones en suelo rústico que la Junta publicó en enero ha posibilitado que se puedan incluir como suelo urbano no consolidado -sin la coletilla ya de "no urbanizable"- la práctica totalidad de las parcelaciones irregulares existentes en el término municipal, después de más de 30 años en algunos casos.

Este hecho no librará en absoluto a los propietarios de cumplir con sus obligaciones. Tendrán que hacer frente con su dinero a los costes de la urbanización y de los equipamientos que hagan faltan -la persona que compra en suelo urbano ya abona su parte proporcional en el precio del metro cuadrado de su vivienda- pero agilizará y facilitará todo el proceso de legalización, tanto a las que ya lo han iniciado (El Corzo, Prado Llano o Las Monjas) como a las que lo tienen pendiente, para dotar de servicios a vecinos que viven de forma permanente en la zona.

Muchos de estos asentamientos tienen origen en los años 60 y 70, inicialmente como segundas residencias y favorecidos por el amplio término de Carmona -uno de los mayores de Andalucía, con 92.000 hectáreas, junto al de Écija-, la cercanía a la capital y la laxitud de la normativa y los controles urbanísticos hasta hace pocos años. Algunos están situados a más de 15 kilómetros del casco urbano. Entre todos suman miles de viviendas y una población más o menos estable de que se estima en unas 11.000 personas, de las que sólo 3.000 están empadronadas. Pese a todo, éstas suponen ya más del 10% de toda la población de derecho de Carmona. Ahora, 29 de las 30 parcelaciones que quedan por regularizar -hay seis que ya lo están- han entrado en el PGOU, que se expondrá al público para alegaciones desde mañana lunes, 22 de octubre, y al que le queda aún una larga tramitación por delante. Sin el decreto de la Junta ello hubiera sido imposible de abordar.

Según explica el concejal de Urbanismo, Alberto Sanromán (PP), de los nuevos criterios que la Junta ha fijado para regular las construcciones sobre suelo no urbanizable, el determinante en este caso ha sido que se puedan incluir en el PGOU todas las parcelaciones que estén consolidadas en más de dos tercios, es decir, que estén ya construidas en esa proporción. Sólo una, Los Pinos de la Algabarra, quedaría fuera del PGOU y como asentamiento, al tener sólo el 52% de sus 23 parcelas ocupadas con construcciones. En este caso, los propietarios podrán optar a obtener el certificado de asimilado al de fuera de ordenación, previsto también en el decreto, y que le permitiría el acceso a suministros básicos y licencias para obras de rehabilitación de lo que ya tengan construido.

Según Sanromán, en el proceso de elaboración del PGOU ha habido una colaboración "máxima" con los departamentos implicados de la Junta, la Dirección General de Ordenación del Territorio y de Urbanismo. Tanto a nivel técnico, como político, a pesar del distinto color de los gobiernos. Ello ha favorecido el que, aunque el PP gobierna en minoría en el Ayuntamiento, el PGOU haya salido adelante por unanimidad.

De acuerdo también con la Junta, se han "desclasificado" muchas parcelas alrededor de las zonas consolidadas, en las que había habido movimientos especulativos ante el inminente proceso. Se ha querido evitar que la mancha siga extendiéndose. Pese a todo, en el ámbito de las parcelaciones se ha previsto un desarrollo de 800 viviendas nuevas, de las 4.000 que prevé todo el PGOU de Carmona.

El edil reconoce que la pretensión de los propietarios era mucho más ambiciosa y exigente. "Nuestra idea principal era un crecimiento moderado, más cuando se trata de regularizar urbanizaciones irregulares. No podemos ser ambiciosos, tenemos que cumplir con la ley para arreglar lo que hay, propiciar un desarrollo viable y que los vecinos tengan un mínimo de condiciones de vida", insiste al respecto, y el PGOU es "la herramienta necesaria". El hecho de que las urbanizaciones estén recogidas en el PGOU como suelo urbano es fundamental, insiste. Más adelante, si son necesarias modificaciones sobre ese PGOU se estudiarán y abordarán, según el edil.

Pensando en las necesidades de estas nuevas zonas urbanas, el PGOU ha establecido dos nuevos sectores destinados a servicios y usos terciarios, junto a la N-IV, a cinco minutos del aeropuerto y cerca también de la SE-40 y espacios dotacionales (para futuros colegios, centros de salud u otros equipamientos) junto a la zona de Los Nietos, el embargado proyecto residencial para la tercera edad de Terra Magna y junto a Pino Grande. Es el centro de un área en la que coinciden hasta 20 urbanizaciones en no más de cinco kilómetros cuadrados.