La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Tablada, zona libre de pelotazos
El municipio de Coripe (1.200 habitantes, en la Sierra Sur sevillana) vuelve a ser noticia nacional este lunes por el personaje escogido para simbolizar los males de la sociedad, en la popular fiesta de los Judas, que se celebra desde hace 100 años en la localidad, tras la misa del Domingo de Resurrección.
Si en 2018, Movimiento contra la Intolerancia ya llevó la costumbre de colgar, tirotear y quemar a un muñeco en la plaza, al considerar que la caracterización de éste como Ana Julia Quezada, la asesina del niño Gabriel, podía considerarse un delito de odio y racismo, este año la elección de Carles Puigdemont ha hecho que la controvertida tradición, que con distintos matices se da en otros puntos de la geografía española, entre en campaña electoral y haya provocado una ola de reacciones entre los políticos y la sociedad catalana, que lo han considerado una afrenta.
La denuncia del año pasado, por la que declararon el alcalde socialista y la edil de Festejos, fue archivada. Pero el president Torra ha anunciado que de nuevo llevará el caso a los tribunales.
Mientras, en el pueblo recuerdan que el personaje de Judas lo elige un grupo reducido de personas y se mantiene oculto hasta el día de la celebración.
Personajes como Fidel Castro o, más recientemente, Iñaki Urdangarín, Rodrigo Rato, Miguel Carcaño o el pequeño Nicolás lo han encarnado, aunque con menos repercusión cuando no existían las redes sociales.
Lo sorprendente es que, teniendo en cuenta lo ocurrido en 2018, consciente o inconscientemente, no se hayan medido las consecuencias de esa elección en estos momentos.
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