La mujer que se ahogó en el canal recibió antes cinco golpes con un cubo
DOS HERMANAS
El fiscal, las acusaciones y la defensa coinciden en solicitar una condena de 12 años y medio de cárcel por un delito de homicidio.
Isabel P. C. falleció ahoga en el canal de los presos, pero previamente recibió hasta cinco violentos golpes con un cubo de zinc por parte de su compañero sentimental, Antonio D. M., que está siendo juzgado en la Audiencia de Sevilla por un jurado popular. En la segunda y definitiva sesión del juicio, los forenses que examinaron el cadáver de la víctima llegaron a la conclusión de que la mujer recibió hasta cinco intensos y violentos golpes con el cubo y no sólo dos como reconoció el acusado en su declaración el pasado lunes.
Al término del juicio, tanto la Fiscalía como las acusaciones que ejercen el Estado y la Junta, la acusación particular de los hijos de la víctima, y la propia defensa del acusado, coincidieron en solicitar una condena de doce años y medio de cárcel para el acusado. La pena se encuentra en un término medio entre los 20 años que habían solicitado alguna de las acusaciones y los cuatro años que pidió inicialmente la abogada defensora Paloma Pérez Sendino.
La letrada precisó en su informe que Isabel P. C. falleció ahoga, no debido a los golpes que le había propinado su pareja, y recordó que en este caso concurrieron tres circunstancias que marcaron el desenlace final: que la víctima y el acusado no sabían nadar, que la corriente del canal de los presos era muy fuerte y que los golpes previos que le dio el acusado habían mermado las condiciones físicas de la mujer. "Da igual que los golpes fuesen dos o cinco a los efectos de producir el resultado lesivo", aseveró Paloma Pérez Sendino, que consideró no obstante que su cliente tuvo que representarse en el momento en que se produjeron los hechos que la víctima podía caerse al canal dado que la agresión se produjo en el borde del mismo, por lo que existió el dolo eventual constitutivo del delito de homicidio.
Por su parte, la fiscal jefe de Dos Hermanas, María Ángeles Calvo, que ejerció la acusación pública en este proceso, aseveró en su informe de conclusiones que Isabel P. C. cayó al canal del Bajo Guadalquivir en la mañana del 1 de julio de 2009 a causa de la "violencia brutal ejercida por el acusado" y añadió que la caída al agua de la mujer y su muerte se produjeron de manera prácticamente "instantáneas". La fiscal puso de manifiesto las contradicciones del acusado y consideró que Antonio D. M. no confesó que había agredido a la víctima hasta que "se vio atrapado por las pruebas" porque hasta ese momento había mantenido una actitud "tortuosa y de ocultación" del homicidio.
El abogado de la acusación particular consideró que en el juicio han quedado acreditadas las "mentiras" del procesado y subrayó que la víctima no tuvo "la más mínima oportunidad de salvarse".
Por su parte, el acusado ejerció el uso del derecho a última palabra en el juicio para mostrar su arrepentimiento. "Me arrepiento de no haber avisado a la Policía en aquel momento", dijo Antonio D. M., en alusión a que no fue hasta tres días después del suceso cuando acudió a la Policía y lo hizo para denunciar la desaparición, no para confesar lo que ocurrió.
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