La mujer acusada de matar a su ex marido por celos pide la absolución
Crimen de la Juliana
Su petición de basa en la consideración de que el juez solo ha tenido en cuenta los indicios que la incriminan y el testimonio de un tío de la acusada, con un trastorno de la personalidad.
La defensa de la mujer acusada de matar de dos disparos a su ex marido, de quien estaba separada y con el que había mantenido varias discusiones por celos y por la venta del chalé familiar, ha pedido la absolución sin aceptar ningún tipo de alternativa intermedia.
Natividad Cantero se enfrenta a una petición de 25 años de cárcel por parte del fiscal y de 29 años por parte de un hermano de la víctima, acusada de matar a su marido, Andrés Toro Barea, en su chalé de la urbanización La Juliana de Bollullos de la Mitación.
Las acusaciones le imputan los delitos de asesinato, allanamiento de morada, tenencia ilícita de armas y revelación de secretos, este último por apoderarse de cartas de amor de su exmarido a su entonces compañera y enseñarlas a la familia.
Su defensa, sin embargo, ha pedido la absolución en línea con lo mantenido hasta ahora de que el juez solo ha tenido en cuenta los indicios que la incriminan y el testimonio de un tío de la acusada, al que supuestamente confesó el crimen, pero que es una persona con un trastorno de la personalidad por el que lleva varios años en tratamiento.
Además, según la defensa, el juez ha dado credibilidad al vigilante de seguridad de la urbanización donde ocurrió el crimen el 15 de junio de 2008 solo en los aspectos que perjudican a la procesada, pues ha declarado que la vio entrar en su coche a las 15:00 horas del día del crimen y salir una hora después.
El juez, según ha sostenido la defensa en sus sucesivos recursos, no tuvo en cuenta las distintas versiones del testigo ni sus declaraciones sobre otras personas que entraron aquella tarde en la urbanización.
La mujer, que permanece en prisión incondicional desde su detención el 31 de julio de 2008, utilizó presuntamente una pistola de 9 milímetros que le había regalado unos días antes un tío suyo, entró con su propia llave por la puerta trasera, sorprendió a Andrés Toro en el salón y le descerrajó dos tiros, el primero de los cuales le entró por la región subclavicular izquierda y salió por la parte posterior del tórax.
El segundo disparo lo hizo estando ya la víctima en el suelo con el tronco semiincorporado, a una distancia de entre 30 y 150 centímetros y con entrada por la región anterior del tórax, causándole unas lesiones que determinaron su muerte por hemorragia.
Según el juez instructor, la acusada reveló a su tío datos que estaban "exclusivamente el alcance de quien estuviera en el lugar de los hechos" como su entrada por la cocina o la existencia en el despacho de fotos de mujeres.
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