Un mediador intercultural tratará de integrar al colectivo rumano

Vecinos del barrio de la Paz piden la expulsión de varias familias por los problemas de convivencia · El Ayuntamiento descarta la expulsión de los denunciados

Bloque de viviendas en el barrio de la Paz.
Bloque de viviendas en el barrio de la Paz.
R. P.

Utrera, 10 de junio 2008 - 05:01

Un mediador intercultural trabajará a partir del próximo lunes 16 de junio en Utrera para favorecer la integración del colectivo rumano tras la polémica surgida por la recogida de firmas de los vecinos de la barriada de La Paz ante los problemas de convivencia protagonizados por varias familias.

El Ayuntamiento explicó ayer en un comunicado que los delegados municipales de Servicios Sociales, Seguridad Ciudadana, Educación y Sanidad del Ayuntamiento de Utrera, junto con el portavoz del equipo de gobierno, José Hurtado, y el director de los Servicios Sociales municipales, José María Barrera, mantuvieron una reunión para "coordinar las actuaciones que desde sus respectivas áreas se están llevando a cabo con las familias de nacionalidad rumana que viven en el municipio".

Tras los incidentes de la pasada semana, motivados por la discusión entre familias rumanas residentes en La Paz, los vecinos de la calle B de esta barriada comenzaron a recoger firmas solicitando la expulsión de estas personas, petición que hicieron llegar al Ayuntamiento.

Hurtado aseguró que "bajo ningún concepto se contempla la expulsión de estas personas, ni de ninguna otras", aunque dijo entender "las demandas de los vecinos ante los comportamientos incívicos que en numerosas ocasiones presentan estas familias".

"Entendemos que la petición de expulsión viene dada por estos problemas de convivencia y que se realizó en un momento de acaloramiento, porque en Utrera jamás se han dado reacciones que podamos vincular a comportamientos racistas o xenófobos, todo lo contrario, y los vecinos de la barriada de la Paz lo único que desean es poder vivir en armonía", agregó.

El portavoz municipal destacó que el Ayuntamiento ha aumentado la presencia policial en la barriada "con el objeto de impedir y sancionar a aquellas personas que arrojen basuras o perturben la tranquilidad de vecindario en horas que no procede, como ha venido ocurriendo en algunos momentos". La delegada de Servicios Sociales, María Dolores Pascual, recordó que "se viene trabajando con éstas y otras familias de nacionalidad rumana desde hace meses, se supervisa la escolarización de los menores, se realiza el seguimiento de un calendario de vacunaciones y se está en contacto con colectivos como Sevilla Acoge para tratar de establecer cauces de un mayor contacto entre los vecinos". A través de la citada fundación y de la ONG Accem, que proporciona atención y acogida a refugiados e inmigrantes en España, anunció que "se trabajará con un programa concreto de formación e integración".

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