La madre ocultó a su bebé en la nevera 17 meses por amor
Sara L. H. aseguró al juez que el niño "no respiraba" cuando nació y alega que "no podía desprenderse" del cuerpo · Los forenses tratan de aclarar cómo se produjo la muerte
Sara L. H., la mujer de 35 años que está en prisión desde el pasado lunes imputada por el asesinato de su bebé, ocultó el cuerpo durante 17 meses en el congelador de su domicilio por amor. La detenida ha reconocido en su declaración judicial que es la madre del bebé y ha explicado que "quería al niño" y era un bebé "deseado" por ella, por lo que alegó que su decisión de ocultarlo en el congelador se debe a que "no podía desprenderse" del cuerpo por esas razones, según han confirmado a este periódico fuentes del caso.
En su declaración en el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), que investiga el macabro hallazgo, la madre aseguró que dio a luz en junio de 2011 en su domicilio, en el número 51 de la calle Beatriz de Cabrera de Pilas, pero el bebé nació muerto porque "no respiraba". A partir de ese momento, la madre insistió en que guardó el pequeño cuerpo en el congelador porque no podía deshacerse del mismo, ya que quería tenerlo cerca porque era un bebé querido y deseado. De esta forma, la mujer descartó que ocultara el cuerpo en el frigorífico por un posible temor a que la Policía lo descubriera.
Frente a esta versión, el avance de la autopsia practicada el pasado lunes por los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) ha confirmado que el bebé nació vivo, aunque por el momento estos profesionales continúan investigando para tratar de esclarecer el mecanismo empleado supuestamente para acabar con la vida del pequeño, ya que a simple vista no presentaba signos de violencia.
El cuerpo fue descubierto de manera casual el pasado viernes por el marido de Sara L. H. cuando estaba limpiando el frigorífico, acompañado por uno de los dos hijos que tiene el matrimonio. El cuerpo del bebé se encontraba envuelto en unos plásticos y, si la madre no hubiera decidido ocultarlo en el congelador, este caso podría haber sido el crimen perfecto, porque si se hubiera desprendido del cuerpo nunca se habría descubierto que estuvo embarazada. Ni sus familiares ni los vecinos de la barriada de Bareta se habían percatado hasta que se halló el cuerpo de que la mujer había estado encinta. La causa contra Sara L. H. permanece bajo el secreto de sumario, que ha sido decretado por tiempo de un mes. La mujer fue asistida inicialmente por un abogado designado, pero al día siguiente de prestar declaración se ha hecho cargo de su defensa el abogado Manuel Caballero, que en su día defendió a Samuel Benítez, el joven que fue juzgado y absuelto como encubridor del asesinato de Marta del Castillo.
Manuel Caballero confirmó ayer a este periódico que se ha hecho cargo de la defensa de Sara L. H. pero eludió realizar ninguna declaración sobre este caso, dado el secreto de sumario que pesa sobre las actuaciones, lo que ha impedido que tenga conocimiento aún de los hechos que se atribuyen a la madre del bebé hallado en el congelador.
La madre está en prisión desde el pasado lunes, imputada por un delito de asesinato en el que el juez ha apreciado la circunstancia agravante de alevosía, por cuanto el bebé no tenía capacidad de defensa. El magistrado decretó su ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, después de que se le practicara la autopsia al cadáver. Las dos opciones que en principio había para imputar un delito a la detenida pasaban por considerar la hipótesis más grave, que se trataba de un homicidio o de un asesinato, o que se tratara de un delito de aborto, en cuyo supuesto la mujer sólo se habría enfrentado a una condena de entre seis y 24 meses de multa.
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