La madre de los bebés congelados no padece ninguna enfermedad mental
Juicio parricida de Pilas
Los forenses aseguran que Sara López no sufre ninguna patología mental y un tercer perito sospecha que decidió congelar los bebés porque habría "un tercer" parto anterior en el que observó la "destrucción" del cuerpo.
La Fiscalía de Sevilla ha mantenido este viernes la petición de condena de 40 años de cárcel para Sara López Hernández, la madre acusada de matar a los dos bebés que fueron hallados en sendos congeladores de su vivienda en Pilas. Al término de la fase probatoria del juicio, tanto la Fiscalía como la acusación particular que ejerce el ex marido de la procesada han elevado a definitivas sus conclusiones y han pedido al jurado que emita un veredicto de culpabilidad.
Por su parte, la defensa de la acusada también ha mantenido sus conclusiones provisionales y ha solicitado la absolución de la madre de los dos delitos de asesinato con la agravante de parentesco por los que está siendo enjuiciada.
Durante la sesión de este viernes, los psiquiatras forenses han asegurado que la procesada no padece ninguna enfermedad mental y no tenía alteradas sus facultades cognitivas y volitivas, por lo que consideran que actuó de forma consciente en el momento en que ocurrieron los hechos. "En el momento de la comisión de los hechos, hizo lo que hizo sabiendo lo que hacía y tomando la decisión de llevarlo a cabo, los estaba realizando libremente", han sentenciado.
De otro lado, una médico forense que realizó un estudio para determinar cuándo pudieron producirse los embarazos, ha mostrado sus sospechas respecto a que la madre podría haber ocultado "un tercer" parto anterior a los conocidos, en el que habría visto la "destrucción" del cadáver –en alusión a la descomposición- y eso la habría llevado a decidir congelar los otros dos. La forense, que ha señalado que se trata de su opinión, ha explicado que examinó a la acusada el 27 de noviembre de 2012, el mismo día en que apareció el segundo bebé en el congelador y cuando Sara López no conocía este nuevo hallazgo. La perito ha dicho que le preguntó expresamente sobre por qué congeló el bebé y la acusada respondió de la siguiente forma: "Porque no quiero mis niños se destruyan". Fue entonces cuando la médico le dijo que efectivamente habían encontrado un segundo cadáver, algo que Sara López "negó categóricamente".
Los psiquiatras del Instituto de Medicina Legal (IML) han ratificado en el juicio su informe, realizado después de mantener tres entrevistas con Sara López en los meses de noviembre y diciembre de 2012 tras ser detenida, y en el que concluyen que la acusada "no tiene ninguna enfermedad mental".
Los peritos sí han asegurado que, si bien no presenta patología mental alguna, la madre de los bebés si tiene una "personalidad anómala, un trastorno de personalidad de tipo dependiente", por lo que evita situaciones de contacto con otras personas por "miedo a las críticas, al rechazo o la desaprobación". El perfil de personalidad de la acusada se corresponde una persona "reacia a las relaciones si no está segura de que va a agradar", una persona, introvertida, retraída y con tendencia a parecer "rara".
Esos rasgos surgen en la acusada desde joven y se traducen en una "dificultad para tomar la iniciativa y las decisiones", aseveran los psiquiatras, que ponen como ejemplo que era una estudiante buena que acabó el COU y sin embargo no accedió a la Universidad porque "no hay nadie que le empuje y le diga vamos adelante".
La fiscal preguntó a los psiquiatras con respecto a la versión de la acusada respecto a que ocultó los embarazos porque tenía "miedo" a que su marido le obligara a abortar y, según los expertos, ese "miedo al marido en ningún momento aparece, aunque sí una relación de conflictividad" porque la acusada dice que su esposo es un "bebedor habitual, que hace la vida entre el trabajo y el bar, y no está implicado en la casa y los hijos", además de que le transmitía "poco cariño".
En cualquier caso, los psiquiatras concluyen que Sara López no tenía alteradas sus capacidades de conocer y querer en el momento en el que sucedieron los hechos.
Sobre la declaración de la madre respecto a que no recuerda haber estado embarazada y parir en el caso del bebé que fue hallado en segundo lugar, el 27 de noviembre de 2012, los expertos del IML han sido rotundos al afirmar que "no se puede olvidar un embarazo de nueve meses y el parto, se pueden olvidar determinados momentos puntuales pero no todo".
El abogado de la acusación particular preguntó a los peritos si la acusada estaba por tanto "mintiendo" cuando dijo que no recordaba lo que había ocurrido con el segundo bebé. "No voy a decir si estaba mintiendo o no, pero resulta poco compatible", subrayó el perito. Con respecto a las emociones que la mujer mostró con por no haber podido enterrar al primer bebé hallado, los psiquiatras forenses han dicho que manifestó emociones pero en ningún momento llegó a llorar.
Los peritos propuestos por la defensa sostuvieron, en cambio, que no se puede desprender la causa, etiología ni mecanismo por el que murieron los bebés, y aunque coincide con los forenses del IML en que ambos nacieron vivos, descarta que murieran ahogados.Otros psicólogos propuestos por la defensa han afirmado que la acusada padece un trastorno de la personalidad, con dificultad para afrontar situaciones que implican un estrés elevado y han sostenido, en contra de la opinión de los forenses, que sufre determinadas “lagunas amnésicas”.
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