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Castilblanco de los Arroyos
Un vecino de Castilblanco de los Arroyos se expone a una condena de once años de cárcel por presuntamente intentar matar a otro hombre con un hacha y, acto seguido, amenazar a su amigo con un cuchillo y a la propia víctima con quitarle la vida a su padre. La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla será la encargada de juzgar a F.C.G., para quien la Fiscalía solicita nueve años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa y dos años por otros tantos delitos de amenazas, así como que se le prohíba acercarse a menos de 200 metros o comunicarse con la víctima durante diez años. En su escrito de calificación provisional, al que ha tenido acceso Efe, el Ministerio Público también pide que indemnice al agredido con algo más de 17.000 euros por los daños y las secuelas que le ha dejado.
Según el fiscal, los hechos ocurrieron sobre las 16:15 del 11 de agosto de 2018 cuando el procesado, de 41 años, se dirigió a la víctima cuando esta se encontraba junto a un amigo en una urbanización del pueblo, en la Sierra Norte sevillana, y lo abordó "de forma sorpresiva por la espalda". A continuación sacó un hacha que llevaba "oculta" en una mochila y, "guiado por el ánimo de causarle la muerte", intentó golpearlo en la cabeza, pero el otro varón reaccionó a tiempo y evitó el impacto interponiendo su brazo. Tras ese primer intento, F.C.G. "continuó lanzando golpes con el hacha" mientras le decía "te tengo que matar" y le hacía caer al suelo. En ese momento intervinieron las personas que había allí, pero el encausado esgrimió entonces un cuchillo "de grandes dimensiones", se dirigió al amigo de la víctima y le dijo "o me dejas o te pincho y te rajo también", por lo que aquel se marchó del lugar.
El investigado abandonó también la escena, pero lo hizo "vociferando" que iba a buscar al padre del agredido para matarlo. Según destaca la Fiscalía, mostraba "una clara intención de hacerlo". Como consecuencia del incidente, la víctima sufrió una fractura en el codo izquierdo y otro en la tibia derecha, así como secciones parciales en la planta de un pie y el tendón de Aquiles, lesiones de las que tuvo que operarse y de las que se recuperó cien días después. Además, detalla el fiscal, como secuelas le han quedado varias cicatrices que le causan un "perjuicio estético moderado".
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