La Sevilla rural quiere emprender, pero le faltan herramientas
Informe Global sobre Emprendimiento
El porcentaje de los que piensan en crear un negocio es el doble en los pueblos que en la capital, aunque pocos lo llevan a efecto
También hay más cierres de empresas
El estudio destaca la buena evolución en la capital
Los ciudadanos de la Sevilla más rural piensan en emprender negocios en una proporción notablemente mayor a la de los vecinos del área metropolitana, si bien el porcentaje real de los que lo terminan haciendo es poco y hay muchas empresas que cierran, de lo que deduce que no faltan las ganas, pero sí más formación y apoyos para alcanzar el éxito en una de las claves para frenar y revertir situaciones como la despoblación.
Es una de las conclusiones de un importante informe, el Global Enterpreneurship Monitor (GEM), realizado por primera vez a escala provincial, aunque con un método –en el que se mezclan encuestas y opiniones de expertos– impulsado por la UE en 1999. Desde 2003 se hace a escala regional. En Sevilla, lo han coordinado los profesores Carmen Cabello, de la Universidad Pablo de Olavide, y Francisco Liñán, de la Hispalense, en colaborado Prodetur, la empresa de la Diputación de Sevilla. Teniendo en cuenta que lo que se persigue es crear las condiciones, el “ecosistema”, para que se creen empresas, limando las debilidades que puedan existir y aprovechando las fortalezas de cada territorio, es interesante el análisis que se hace en este sentido.
Una salida ante la falta de empleo
La Sevilla más rural destaca en el emprendimiento “potencial” o el porcentaje de población (de 18 a 64 años) que dice estar “considerando” montar un negocio. Es el doble en esos municipios (el 7,8%) que en la capital (3,9%) y el área metropolitana se queda en el 6,7%, y se relaciona con que hay pocas alternativas laborales por cuenta ajena. Es además en las zonas rurales donde más valor se le da al estatus que se asigna al emprendedor de éxito.
Pero al analizar dónde están naciendo empresas (negocios que tienen menos de tres meses), la realidad se impone. La tasa llega al 4,1% en la ciudad de Sevilla, que está por encima de la media andaluza (2,9%), y de la española (2,7%). En el área metropolitana llega al 2,6% y desciende al 1,8% en el resto de la provincia.
"Entorno fértil" en la ciudad de Sevilla, pero poca iniciativa
En las conclusiones del trabajo –para el que se han realizado 500 encuestas entre junio y julio de 2018– se destaca que los datos evidencian que en la ciudad de Sevilla ya existe “un entorno más fértil” para el emprendimiento, con más instalaciones y servicios de apoyo y más acceso a clientes y proveedores, así como a la financiación. Aunque, pese a los vientos favorables, preocupa que el porcentaje de los que piensan emprender sea bajo.
En lo que respecta a emprendedores nuevos (empresas que llevan tres años y medio), la tasa llega al 5,8% en la ciudad de Sevilla (cercano al 6,1% de la media andaluza, y por encima de la España, del 3,7%). En el área metropolitana baja al 4% y queda en el 4,2% en el resto de la provincia.
Teniendo en cuenta a ambos tipos de empresas jóvenes, la denominada Tasa de Actividad Emprendedora llega en la capital al 9,9%, en el área metropolitana al 6,6 y el resto de la provincia se sitúa en 6%, próxima a la media nacional.
Empresas consolidadas
En la tasa de empresarios consolidados (negocios que funciona durante más de tres años y medio), la Sevilla más rural está cerca de la media andaluza, que es del 5,7%: con un 5,4%, por una economía en la que abundan las micro-empresas, los trabajadores independientes o pequeños empresarios con pocos asalariados a su cargo.
En la capital esa tasa llega al 5,5% (la media nacional está en el 6,1) y tiene más que ver con una economía “que lleva varios años siendo más dinámica”. En la zona metropolitana, ese porcentaje es mucho más bajo y no llega al 1,5%.
Cierre de empresas
Otro de los grandes retos en esa Sevilla rural es el cierre de empresas. El porcentaje llega al 2,4% y es el más alto. En la ciudad se queda en el 1,1% (levemente inferior a la media nacional, del 1,2%) y el área metropolitana arroja el porcentaje más bajo, 0,7%, equivalente a los traspasos de negocios que siguen aunque cambian de dueño. Esos cambios son del 1,2% en las zonas rurales y del 1,1 en la capital, aquí sí muy superior a la media nacional, del 0,5%.
Así, el trabajo destaca que hay un “panorama relativamente esperanzador” en la capital por la “dinámica emprendedora”. “Parece que está empezando a desarrollarse un ecosistema emprendedor” más solvente, con la salvedad de que la tasa de emprendedores potenciales “es muy baja”, se insiste. Ese dinamismo es menos elevado en la aglomeración urbana, mientras que el resto de la provincia queda lejos de lo deseable. Es un dato positivo la “base de micro-empresas y trabajadores autónomos consolidados” en esas zonas y “motivo de preocupación” el mayor ritmo de cierres, añade.
Percepción de oportunidades
Otra diferencia importante entre la ciudad y el área metropolitana y las zonas más rurales es que en éstas la percepción de que hay oportunidades para emprender es considerablemente más baja, del 24,4%, cuando en Sevilla alcanza el 29,1 y el 43,4% en el área metropolitana. La media andaluza y la nacional son del 32,2 y el 29,1%, respectivamente.
Paradójicamente, es en las zonas rurales donde los encuestados manifiestan, en mayor proporción que tienen conocimientos necesarios para emprender (50,3%). En Sevilla y el área metropolitana están en el entorno del 46,5%, ligeramente por debajo de la media nacional.
Con estos datos el GEM concluye que la ciudad de Sevilla necesita acciones para alentar el nivel de potenciales emprendedores. El área metropolitana precisa, sobre todo, que se refuercen “los servicios de apoyo y los recursos disponibles” y que se les dé más difusión a los mismos.
En zonas rurales y dada la “desproporción” que existe entre la gran cantidad de emprendedores potenciales, la baja tasa de empresas nacientes y el abandono, hay que incidir en la formación, en los servicios de apoyo y en “difundir la idea de que estas empresas deben orientarse a un mercado mucho más amplio que el local si quieren ser viables y sobrevivir.
Para ello “hay que mejorar las condiciones para el funcionamiento de las empresas, como las infraestructuras, especialmente las relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación”, en plena polémica por los problemas en ese sentido en la Sierra Norte.
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