La impresionante ciudad Romana de Munigua, más accesible
La junta licita la mejora de los accesos y los recorridos por este enclave arqueológico
Munigua: la espectacular ciudad romana a una hora de Sevilla
Cuando Itálica se miraba en el espejo de Munigua
Una visita más cómoda y segura. La Junta de Andalucía busca hacer más accesible la visita a la impresionante ciudad romana de Munigua, situada en el término municipal de Villanueva del Río y Minas. Ubicada en la Cañada Real de El Pedroso, no es fácil llegar hasta este enclave arqueológico de valor excepcional. Por ello, se ha sacado a licitación la mejora de los recorridos durante la visita pública y del propio acceso a través de una finca de propiedad privada.
El yacimiento de Munigua está abierto al público y la exposición de los vestigios arqueológicos puede suponer en algunos casos riesgos para la integridad física de los visitantes así como riesgos en la conservación del mismo. "Es por ello que, continuamente, se analizan y detectan las zonas del yacimiento que presentan riesgos siendo necesaria la ejecución de determinadas actuaciones para la corrección de los mismos".
El lugar de ejecución de los trabajos sería en el Enclave Arqueológico de Munigua, ubicado en la Cañada Real de El Pedroso, en Villanueva del Rio y Minas. Este lugar está ubicado en el interior de una finca particular a unos dos kilómetros y medio desde la cancela de acceso. "Se trata de un camino rústico que debido a las inclemencias del tiempo y a no estar asfaltado precisa de un mantenimiento anual que no sólo haga más cómoda la llegada y se evite caídas de los visitantes; sino que para aquellas ocasiones en que se necesite acceder con vehículo por temas de emergencias, infraestructuras, etcétera". Los trabajos tienen como objeto que el camino esté en buenas condiciones, ya que presenta zonas muy complicadas de atravesar.
El acceso ya fue trazado, nivelado y asentado en 2020. Entonces, las actuaciones realizadas consistieron en:
- Abrir nuevas cunetas para que el agua de lluvia no afecte a su trazado.
- Trazado de rasantes en ligera pendiente para evitar que el agua se embolse en el camino.
- Trazado salidas de agua en zonas de pendientes acusadas para evitar que el agua atraviese el camino.
- Ataluzado los perfiles laterales cuando éstos delimitan el camino.
- Aportación de material en cárcavas.
- Retirada de material de arrastre.
Las actuaciones que se llevarán a cabo será en tres niveles.
Por un lado, se reparará el acceso al enclave arqueológico. Estas tareas consistirán en:
- Limpieza de cunetas.
- Nivelación y consolidación del camino en caso de que sea necesario.
- Apertura de cunetas en caso de que sea necesario.
- Apertura de salidas de agua si fuera necesario.
- Aporte de material en baches y cárcavas en caso de que sea necesario.
- Retirada de material de arrastre que se localice en el trazado de camino, en caso de que sea necesario.
Por otro lado, se instalará una rampa para poder acceder desde la calle A a la casa 4.
Para salvar la cota de la calle a la de la casa 4 y con el fin de evitar el pisoteo de su muro de fachada oriental por parte de los visitantes, se dispondrá de una rampa-escalera de tramex -del mismo que las utilizadas en el resto del yacimiento- que comunique los antiguos espacios público y privado.
"En esta zona es preciso realizar e instalar una unidad de escalera en acero galvanizado, con cuatro peldaños y rampa para nivelación de terreno de 3,5 metros de anchura y 1,20 metros de altura. Tipo de plataforma y escalera como la instalada actualmente en un espacio de Munigua".
En tercer lugar, se llevará a cabo un nuevo vallado en el Templo de la Fortuna y Hércules, con la colocación de una escalera de acceso en el lado norte.
"En esta zona del yacimiento es necesario poner nuevo vallado en algunos de los espacios del templo de Fortuna y Hércules en los que se ha observado la posibilidad de riesgo para la integridad física de los visitantes. Concretamente en la exedra central y los accesos a la misma y en las dependencias del lado sur".
La valla será del mismo tipo que la existente, pudiéndose valorar la posibilidad del uso de plataforma de hierro como base para las peanas, cubierto con aluminio, con el fin de garantizar su estabilidad. Se deben poner dos escalones de tramex, del mismo tipo que los utilizados en otras zonas del yacimiento, para
facilitar el acceso a las dependencias y espacios del lado norte del templo, con el fin de evitar el pisoteo
constante de las estructuras originales para acceder a esa zona. Además, se instalarán dos escaleras de acero galvanizado con dos peldaños y una plataforma para salvar muro.
A poco más de una hora de Sevilla
La ciudad de Munigua o Mulva se encuentra a poco más de una hora de la capital. Fue levantada entre las primeras colinas de la Sierra Morena sevillana para la explotación de las minas de cobre y hierro de la zona. Aunque la distancia con Sevilla es cercana, el acceso a este enclave arqueológico conlleva su tiempo. Una vez se llega a Villanueva del Río y Minas hay que atravesar el pueblo, pintoresco ya de por sí y que merece una visita.
El recorrido hacia Munigua comienza en la estación de tren. A pocos metros se inicia un camino sin asfaltar, en malas condiciones, por el que apenas cabe un coche, pero que está bien señalizado, aunque lo más cómodo es dejarse guiar por el GPS. El camino es lento, pero discurre entre un paisaje de bosque mediterráneo y en paralelo a la antigua vía que conecta la capital con las localidades serranas, que hay cruzar con precaución puesto que sigue en uso. Los casi seis kilómetros de trayecto se hacen en una media hora por lo que hay que tener paciencia. Transcurrido ese tiempo se llega a la zona de aparcamiento para acceder al enclave. Munigua se encuentra en la Cañada Real del Pedroso, en el interior de una finca privada, y no está permitido el acceso de vehículos.
Hay que abrir el cancel de la finca para acceder al camino y no olvidar cerrarlo, puesto que hay ganado. El camino discurre en su inicio bajo la atenta mirada de reses bravas en libertad, pero si no se las molesta, no tendrá problemas. El sendero de 2,5 kilómetros le llevará directamente hasta el yacimiento no sin antes pasar por algunas explotaciones ganaderas. Cuando divise en lontananza el fastuoso Santuario de Terrazas sobre la colina sabrá que apenas le quedan unos pocos metros para llegar.
Probablemente lo que más llame la atención al visitante es cómo, aparentemente en un lugar de difícil acceso, se conserva una ciudad romana con bastantes atractivos y en relativo buen estado de conservación. Probablemente este aislamiento sea la causa de que se conserve correctamente. La ciudad fue descubierta en 1765 por dos investigadores de la Academia de Buenas Letras de Sevilla que, ya entonces, lo identificaron correctamente como un santuario, aunque la tradición popular la sigue llamando Castillo de Mulva. Con posterioridad estos restos cayeron en el olvido, hasta que en 1957 volvieron a ser estudiados por el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid.
Hasta el momento se han excavado siete casas en el enclave. La mayor en dimensiones tenía una superficie de 500 m2 y albergó hasta 22 habitaciones. Todas tendrían dos plantas y alguna, como la número 2 junto al foro, contaba con un bajo comercial. En algunas de estas construcciones todavía se pueden ver sus muros de dos metros de altura.
Durante las diferentes campañas de excavación se han recuperado 45 esculturas de gran calidad y más de 150 piezas de terracota, la mayor parte procedentes de los ajuares funerarios. Hasta el momento, se han excavado 170 tumbas en la necrópolis que rodea la ciudad.
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