Homenaje a Aarón en Aznalcóllar: "Estamos rotos, llenos de rabia y de impotencia"
Los amigos del joven asesinado lloran en la iglesia, en un acto convocado por el cura del pueblo
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Decenas de jóvenes recordaron ayer en la parroquia de Nuestra Señora de la Consolación de Aznalcóllar a su amigo asesinado, Aarón M. C., que fue apuñalado a la salida del instituto de Gerena el pasado 8 de enero. Los jóvenes de Aznalcóllar fueron convocados por el párroco, Ignacio del Rey Molina, que ha permanecido en todo momento junto a la familia de la víctima. “Ha sido la única paz que hemos recibido estos días”, dijo uno de los jóvenes que asistió al acto de recuerdo. “Estamos rotos, llenos de rabia y de impotencia”.
El sacerdote convocó a la juventud del pueblo “para estar juntos”. “El sufrimiento hay que orientarlo y cualquier expresión del dolor no es válida. Nos ha unido junto al altar como un verdadero padre con sus hijos. La mayoría no venimos a la iglesia. Somos chavales de 17 y 18 años que no sabemos ni en qué creemos, pero nos sentimos hundidos y él ha salido a nuestro encuentro para consolarnos y ofrecernos una respuesta”, apuntan.
“Son días de ira, de rabia y de mucha tensión”. El cura explicó a los chicos que la venganza no les devolverá a su amigo, que gritar es normal ante una situación así, pero no pueden gritar cualquier cosa, que el rencor no sana las heridas. “Nos ha dicho que nos ha marcado mucho:llevamos una semana hablando y recordando solamente los dos últimos minutos de la vida de Aarón, pero Aarón son sus 17 años. Si pedimos justicia, la primera forma que tenemos de hacerle justicia es no quedándonos sólo con su final, sino con el amor que durante toda su vida ha dejado en cada uno de sus amigos y compañeros”.
"Hemos salido diferentes. Igual de abatidos pero con paz y confinaza. Sabiendo que Dios no está en frente sino a nuestro lado", dicen los jóvenes. Cuentan los adolescentes que en una hora han aprendido mucho. "Hemos descubierto que la fe nos permite verlo todo distinto, que Dios no nos suelta, que llorar nos limpia pero otros impulsos nos ensucian, y que el cura de nuestro pueblo es un regalo enorme que nuestro Aarón nos deja".
Por otra parte, los vecinos de El Castillo de las Guardas emitieron ayer un comunicado en el que aseguraron que el presunto asesino “no es, ni nunca será, un castillero”. “Su madre lo trajo aquí para alejarlo de sus problemas y sus problemas le acompañaron hasta esta tragedia”. Los vecinos dicen que sacaba la navaja habitualmente, que la novia sabía de su carácter y lo utilizaba a su antojo y que “estos delincuentes deben ser desterrados del pueblo”.
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