Las grietas del Canal del Bajo Guadalquivir se repararán en 2 años

La empresa Obras y Servicios Públicos eliminará las fugas de agua en el tramo de San Pablo, Torreblanca y el Guadaíra con 1,59 millones. La estructura se reforzará con hormigón.

Las grietas del Canal del Bajo Guadalquivir se repararán en 2 años
A. S. Ameneiro

confederación hidrográfica del guadalquivir, 07 de agosto 2012 - 05:01

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha adjudicado a la empresa Obras y Servicios Públicos S.A. (Osepsa), con un plazo de ejecución de 24 meses y un presupuesto de 1,59 millones, el proyecto de mejora hidráulica y reducción de pérdidas de agua del Canal del Bajo Guadalquivir que se dan en el tramo que va desde el aeropuerto de San Pablo, pasando por Torreblanca y hasta la entrada al sifón del río Guadaíra.

El deficiente estado de conservación del canal en estos tramos (del punto kilométrico 72,700 a 78,000), "los más deteriorados" de esta estructura motivan estas obras. La Confederación destaca especialmente las grietas y coqueras (huecos) que sufre el revestimiento del canal y las amplias superficies lavadas y erosionadas que producen pérdidas de caudal y consumos superiores a los estrictamente necesarios, explicaron ayer a este periódico los técnicos de la Confederación.

Las obras cuentan con una financiación europea que cubre el 80% de la inversión a través de Fondos Feder, mientras el 20% restante lo aporta la Comunidad de Regantes del Bajo Guadalquivir.

Los trabajos se realizarán en las zonas más deterioradas del canal a lo largo de 3,5 kilómetros de longitud, mejorando el revestimiento de la infraestructura para eliminar grietas, oquedades y recuperar las zonas erosionadas por la acción del agua.

Para ello se proyecta ejecutar en dichos tramos, un nuevo revestimiento de hormigón de 15 centímetros de espesor, armado con un mallazo de acero. Previamente al hormigonado del nuevo revestimiento se preparará la superficie del revestimiento existente mediante limpieza con agua a presión y saneo de grietas, coqueras y superficies lavadas o erosionadas.

El fin último perseguido con estas actuaciones es eliminar las fugas que sufre el canal, anulando las pérdidas de un bien tan escaso como el agua, y mejorando la necesaria eficacia de esta importante infraestructura hidráulica.

El Canal del Bajo Guadalquivir tiene una longitud total de 148 kilómetros y discurre desde la presa de Peñaflor, ubicada en el río Guadalquivir, hasta la Balsa de Lebrija. El canal abastece a los regadíos de la zona regable del Valle Inferior y del Bajo Guadalquivir posibilitando el desarrollo agrícola de este territorio, una de las zonas de producción más importantes de la demarcación hidrográfica del Guadalquivir.

La obra cumple con la Ley de Aguas, cuyo artículo 40 especifica la necesidad de trabajar por la racionalización del agua. "La planificación hidrológica tendrá por objetivos generales conseguir el buen estado y la adecuada protección del dominio público hidráulico y de las aguas objeto de esta ley, la satisfacción de las demandas de agua, el equilibrio y armonización del desarrollo regional y sectorial, incrementando las disponibilidades del recurso, protegiendo su calidad, economizando su empleo y racionalizando sus usos en armonía con el medio ambiente y los demás recursos naturales".

El artículo 92 establece también la necesidad de "promover el uso sostenible del agua protegiendo los recursos hídricos disponibles y garantizando un suministro suficiente en buen estado".

Las principales unidades de obra que contempla el proyecto consisten básicamente en 11.742 metros cúbicos de hormigón (HA-25-B-10-IIa), 393.115 kilos de acero en mallazo (B500S) y 9.380 metros de sellado de juntas.

4 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último