Su gran apuesta por el Aljarafe

Desde que se convirtiera en presidente de la Mancomunidad para el Fomento y Desarrollo del Aljarafe realizó importantes gestiones para poner en marcha iniciativas comarcales que son o serán realidad en breves.

Trinidad Perdiguero

04 de febrero 2010 - 07:50

Cuando el 14 de junio de 2003 Juan Escámez tomó posesión como alcalde socialista de Sanlúcar la Mayor y recuperó la mayoría absoluta tras varios mandatos del PP, Manuel Chaves, el presidente de la Junta del que hasta entonces había sido jefe de seguridad, quiso acompañarle. Fue la carta de presentación de un regidor cuya trayectoria ha ido mucho más allá de las circunstancias por las que tuvo la oportunidad de entrar en política y que le marcaron, al menos, en lo que a polémicas se refiere: su primer mandato coincidió con el juicio por el supuesto caso de espionaje y tuvo que enfrentarse a una denuncia, que no prosperó, por un supuesto trato de favor a unos sobrinos de Felipe González, promotores de una bolsa de VPO en el municipio. Pero este criminólogo fue un político muy activo, capaz de mantener el difícil equilibrio entre la lealtad a su formación y la lucha por los proyectos por los que apostó, sin conformismos. Ese mandato 2003-2007, fue elegido presidente de la Mancomunidad para el Fomento y Desarrollo del Aljarafe. Desde este ente realizó importantes gestiones para poner en marcha iniciativas comarcales que son o serán realidad en breve.

Con el respaldo de otros alcaldes de la zona Norte se empeñó que era necesario y factible que la línea férrea Sevilla-Huelva y las viejas estaciones por las que ahora pasan de largo los trenes se transformaran en un servicio de Cercanías. Con esa idea y como presidente de la Mancomunidad mantuvo muchas reuniones en Sevilla, en Madrid con Administraciones amigas –gobernadas por el PSOE– que poco a poco fueron haciendo suyo el proyecto. Recientemente, el Gobierno central ha autorizado 50 millones de inversión. Escámez, eso sí, se tuvo que despertar antes muchas veces con los titulares de que el proyecto se retrasaba sobre los plazos que se iban dando, casi siempre antes de algún proceso electoral. También desde la Mancomunidad dio un paso al frente cuando un grupo de taxistas del Aljarafe planteó crear un área de prestación conjunta, con tarifas y un teléfono únicos para la comarca. La crisis en la que hoy está inmerso ese consorcio no le resta validez a un proyecto pionero en una aglomeración urbana andaluza.

Entre las propuestas para el Aljarafe con las que aporreó también las puertas de la Junta está la mejora de la carretera que une Sanlúcar con la Autovía de la Plata pasando por Aznalcóllar, construyendo una pequeña conexión hasta la A-49 como una nueva circunvalación para que vehículos procedentes de Huelva y Portugal y que no tienen destino en Sevilla no tengan que entrar siquiera en la SE-30. También este proyecto está en una fase avanzada de estudio en la Delegación de Obras Públicas de la Junta. Puede que fuera ese intenso trabajo en clave comarcal junto al regreso al panorama electoral local de un grupo independiente, lo que le dejara en 2007 sin la mayoría absoluta de la que gozó el mandato anterior. Aún así y con las dificultades de la crisis, logró los consensos necesarios –era firme en sus ideas, pero practicaba la empatía y la mano izquierda– para seguir sacando adelante proyectos. Durante su mandato, Sanlúcar se ha puesto en el mapa mundial de las energías renovables con la inauguración del complejo termosolar de Abengoa. Desde 2007, era representante socialista en la Diputación de Sevilla.

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