La bajada de costes auspicia otro 'boom' de las fotovoltaicas
Vuelve la inversión en energías renovables
Hay 90 solicitudes presentadas en Sevilla
No había proyectos nuevos desde 2014
Suman 4.000 MW de potencia frente a los aproximadamente 200 que hay ahora
La Delegación Territorial en Sevilla de Conocimiento y Empleo de la Junta ha recibido desde 2017 un total de 87 solicitudes de empresas que quieren poner en funcionamiento otras tantas plantas fotovoltaicas en municipios de Sevilla. A éstas se suman al menos dos más en Alcalá de Guadaíra que, por superar los 50 megavatios (MW) de potencia instalada, se tramitan directamente ante el Ministerio.
El repunte es espectacular, teniendo en cuenta que desde el año 2014 prácticamente no había nuevas peticiones. Sólo entraron en carga algunos proyectos de años previos al fin de las primas a las energías renovables que, implantadas durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, auspiciaron el anterior boom en el sector. Para calibrar lo que supone esta nueva eclosión, son suficientes varios datos: las instalaciones fotovoltaicas en suelo –que recogen la energía del sol y la trasladan a la red– que ya funcionan en Sevilla tienen una potencia instalada de unos 200 MW y las nuevas solicitudes suman cerca de 4.000 MW.
Aunque los técnicos advierten que estos cálculos son relativos, en el caso poco probable de que todas las solicitadas pudieran entrar en carga, podrían abastecer a unas 750.000 viviendas con una media de tres residentes y una potencia instalada de 6 KW, prácticamente la población de la provincia de Sevilla. En estos datos no están incluidas las instalaciones sobre cubierta, para las que también se espera que haya un importante repunte tras la comprometida derogación del impuesto al sol.
En cuanto a las causas de este nuevo boom de la fotovoltaica, los técnicos señalan que, a diferencia de lo ocurrido en el año 2008, no parece estar directamente relacionado con la concesión de nuevas subvenciones o primas a las renovables. Tendría que ver, por un lado, con la subasta eléctrica para energías renovables que fijó el Gobierno central en 2017, pero sobre todo con el importante abaratamiento que se ha producido en la tecnología que usan estos huertos solares y en los costes de implantación, que se han quedado por debajo de una sexta parte de lo que suponían.
Si hace unos años era necesaria una inversión de entre 6 y 7 euros por wp instalado, ahora podría ser inferior a un euro, en instalaciones de suelo y de cierto tamaño, lo que ha hecho que el negocio sea rentable en sí mismo, sin subvenciones, y que la mayoría de los promotores ni siquiera hayan acudido a la subasta estatal. No obstante, sí podría darse el caso de que algunos que sí lo han hecho terminen adquiriendo alguna de estas nuevas instalaciones.
El abaratamiento no ha sido tan pronunciado en otro tipo de plantas de energía solar, como las termosolares, en las que la potencia que se capta del sol no se traslada directamente a la red, sino que se usa para calentar un fluido, produciendo la energía de forma indirecta a través de un ciclo convencional. Aún así y dada la potencia de las 12 grandes plantas de este tipo que existen en Sevilla, la termosolar genera todavía el mayor porcentaje de energía limpia que se produce en la provincia.
Fuentes de la Consejería de Conocimiento, Investigación y Universidades señalan que la mayoría de estas nuevas plantas fotovoltaicas están en una fase inicial de tramitación y que es probable no todas salgan adelante. Hay limitaciones.
Por un lado, están los problemas urbanísticos o medioambientales que puedan tener por el suelo elegido en cada caso. Generalmente, las empresas buscan puntos con subestaciones y redes cercanas en las puedan evacuar a la red la energía que producen con relativa facilidad. Así, hay grandes proyectos en Alcalá de Guadaíra, alrededor de la subestación de Don Rodrigo; y otros destacados en Guillena, que también tiene una subestación importante. Écija o Carmona son otros casos.
También es una limitación la propia capacidad de la red para asumir la energía. De ahí que algunas de las plantas sean de potencia relativamente pequeña para adaptarse a ese hecho. Además, suele darse el caso de que varios proyectos que pertenecen a una misma empresa matriz, presentan diferentes solicitudes distintas, de hasta un máximo de 50 MW, dado que los promotores generalmente prefieren tramitar así su instalación en el ámbito de la Junta y no en Madrid.
Además de los cuatro municipios citados, hay proyectos de nuevas plantas fotovoltaicas presentados en otros 18 términos municipales: Dos Hermanas, Olivares, Gerena, Isla Mayor, Lora del Río, Osuna, Salteras, Aznalcóllar, Sanlúcar la Mayor, Morón de la Frontera, Peñaflor, El Pedroso, Villanueva del Río y Minas, Huévar del Aljarafe, Benacazón, Fuentes de Andalucía, Marchena y Paradas, de distinta potencia. Por otro lado, se tramita una planta de 6 MW para el autoconsumo de una comunidad de regantes que afecta a varios términos municipales: La Rinconada, Carmona y Brenes.
Al margen de lo que ocurra con estos proyectos que están sobre la mesa en Sevilla, se da por hecho que las nuevas políticas de la UE favorecerán el desarrollo de este tipo y otros de energía limpia. Hace una semana, los ministros europeos del ramo acordaron que, en 2032, el 32% de la energía que se consuma en la UE debe tener un origen renovable, con la posibilidad de que el porcentaje se revise al alza en el año 2023.
Las fases y las claves
El primer ‘boom’, antes del año 2008
La eclosión de las fotovoltaicas se produce tras la aprobación, en 2007, del decreto que estableció un régimen normativo y económico muy favorable para el sector. Según datos de la Junta, entre 2006 y hasta el 20 de septiembre de 2008, fecha del corte de las primas, se pusieron en servicio unas 1.500 instalaciones en Sevilla, con una potencia de 160 MW. La mayoría eran pequeñas instalaciones, porque eran más rentables para las primas, aunque estuvieran unidas como una única planta. Hay quien recuerda cómo en el Puerto de Sevilla los paneles que llegaban de China eran subastados a las empresas que los esperaban y se tuvo que multiplicar el número de técnicos en la delegación territorial de la Junta.
El estancamiento, entre 2008 y 2017
El sistema se desbordó: las instalaciones que habían adquirido derecho a primas era muy superior a las previsiones. Se empezó a recortar y se produce el “estancamiento completo”. En Sevilla, sólo se tramitaron las que quedaron pendientes en los procedimientos de preasignación. Por esa inercia, hasta 2014, se pusieron en carga unas 200 pequeñas instalaciones, por 27 MW. De 2014 a 2017, sólo entraron en carga dos, con 1 MW.
El repunte, a partir de 2017
Se produce el repunte en la solicitud de instalaciones de fotovoltaica, aunque los procedimientos de autorización no han terminado. Se atribuye al importante descenso de costes y a los nuevos procedimientos de subasta eléctrica para fuentes renovables, que garantizan un suelo de ingresos a algunas instalaciones. Hay unas 90 solicitudes en la Junta, por 3.000 MW, y algunas más en el Ministerio.
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