"La familia consumió comida comprada en comercio"

Tragedia en Alcalá

Así lo atestiguan los recibos de las compras y las bolsas halladas en el piso, aclara el sobrino.

Miguel Ángel López Rosa, sobrino de la familia, en la puerta del tanatorio junto al alcalde Gutiérrez Limones
Miguel Ángel López Rosa, sobrino de la familia, en la puerta del tanatorio junto al alcalde Gutiérrez Limones
Trinidad Perdiguero / Sevilla

17 de diciembre 2013 - 05:03

Cualesquiera que sea el fatal elemento que la familia Caño Bautista ingirió con su cena del pasado viernes no procedía de la basura, ni se trataba de un alimento caducado y consumido con cierto riesgo. Todo lo que comieron esa noche había sido adquirido en comercios de Alcalá de Guadaíra y los tickets de esa "compra para la Navidad" que la familia había hecho días antes se habrían encontrado en la vivienda, junto a las bolsas que sirvieron para transportarla. Ése fue el único hecho que dio por cierto este lunes Miguel Ángel López Rosa, sobrino de Concepción, la mujer fallecida, y el único que accedió a hablar brevemente ante la prensa en el tanatorio de San Jerónimo. Aquí permanecieron los féretros hasta la misa, que se celebró en el de la SE-30. El entierro fue en el Cementerio de San Mateo y ha sido costeado por el Ayuntamiento alcalareño.

Con ello, López, ciertamente afectado, quiso dejar claro que Concepción y su marido, Enrique, no comían alimentos que hallaban en los contenedores, sino que los compraban en establecimientos. Este periódioco ha podido saber que el pescado consumido por la familia fue procesado en una fábrica de la provincia de Sevilla.

"Es una familia normal, que en este momento tan malo no tenía trabajo y completaba sus ingresos recogiendo chatarra y cartones, pero no comían comida de los contenedores. Estaban necesitados, pero no tanto", insistió el sobrino. López explicó que se trata de una familia "grande, por los dos lados", el de Concepción y el de Enrique, con otros miembros que lo están pasando mal, como ocurre en tantas casas, pero que tenían a quien pedir un cable en caso de apuro. También negó que hubieran sido desahuciados del piso en el que vivían, pese a que ya había sido embargado.

El testimonio de Vanessa, la hija superviviente, ha revelado que incluso el padre habría prometido regalos para los Reyes Magos este año y una visita a Azuaga, la localidad pacense de donde procedía la familia, para visitar a sus allegados.

Preguntado por la autopsia o por lo que pudo pasar, a López se le quebró la voz por un momento y fue el alcalde de Alcalá, Antonio Gutiérrez Limones, que le acompañó en la pequeña comparecencia, el que le echó un cable: "Pedimos que se respete en este momento de dolor y recogimiento a la familia", "la investigación determinará las causas y ya habrá tiempo de saber", sentenció.

Limones incidió en que Enrique cobraba en estos momentos 426 euros de la renta activa de inserción y que en el mes de octubre acudió al Consistorio para solicitar el salario social, consciente de que se iba a quedar sin ingresos en breve. Se le estaba tramitando. Los Servicios Sociales de Alcalá habían ayudado a la familia abonándole algunas facturas de luz y agua y con ayudas para comprar alimentos, pero de forma puntual. No eran usuarios habituales del servicio social municipal.

Preguntando sobre si tienen alguna duda sobre la atención médica que recibieron en primera instancia, cuando el 061 se personó por primera vez en el domicilio, López Rosa explicó que cuando acaben con el trance del entierro y de atender a Vanessa "nos sentaremos todos y veremos lo que tenemos que hacer".

Por su parte, fuentes de la Delegación territorial de Salud apuntaron este lunes que durante el fin de semana ya se han estado recogiendo muestras microbiológicas y toxicológicas de los establecimientos de los que podrían proceder los alimentos consumidos, pero insistieron en que no hay resultados y que, en cualquier caso, todo está bajo secreto de sumario. Las fuentes también precisaron que los protocolos que siguieron los sanitarios del 061 se han revisado y confirmaron que al menos la primera llamada al 061 la realizaron los propios miembros de la familia, aunque no precisaron cuál de ellos. Ya en esa primera visita, aunque al parecer era Tamara la que estaba peor, todos estaban enfermos, con algún síntoma. Pero estables, y "nada hacía pensar" la gravedad y el desenlace de su afección, apuntaron.

stats