El juez encarcela por asesinato a la madre del bebé hallado en la nevera
Pilas
Sara L. H. fue enviada a prisión provisional después de prestar declaración en el juzgado de Sanlúcar la Mayor. La decisión se produjo una vez que los forenses remitieron el avance de la autopsia.
La madre del bebé hallado el pasado viernes en el congelador de una vivienda ha sido imputada por un delito de asesinato, lo que implica que la investigación ha descartado que la muerte se deba a causas naturales. El titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Sanlúcar la Mayor, que investiga el macabro hallazgo, ordenó este lunes el ingreso en prisión de Sara L. H., la mujer de 35 años que ha confesado ser la madre del bebé, y a la que se atribuye un delito de asesinato.
La decisión judicial se produjo una vez que la presunta parricida fue conducida ante el juez para prestar declaración, después de haber sido detenida en la tarde del viernes cuando regresaba de su trabajo en una residencia de ancianos del Aljarafe.
Al término de la comparecencia, de la que no han trascendido detalles al encontrarse la investigación bajo secreto de sumario, el juez decidió encarcelar a la mujer, a la que se imputa el crimen del bebé, por lo que los cargos iniciales son de asesinato con alevosía, dada la indefensión del bebé, según confirmaron fuentes judiciales.
El magistrado decretó el ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, después de que en la mañana de este lunes se le practicara la autopsia al cadáver del bebé que fue localizado en una nevera del número 51 de la calle Beatriz de Cabrera, donde residía la detenida con su marido y sus dos hijos menores de edad.
Todo apunta a que el avance de la autopsia remitido al instructor ha podido revelar datos que descartan de manera categórica que la muerte del bebé se haya podido deber a causas naturales, porque de lo contrario no se habría adoptado una medida como la de privación de libertad, según han apuntado otras fuentes consultadas por este periódico. En la decisión judicial de decretar la prisión provisional también podría haber influido de manera decisiva la posible confesión de la madre, después de que se descubriera de manera casual el cadáver en el congelador.
Las dos opciones que en principio había de imputar una infracción penal a la detenida pasaban precisamente por la más grave, la de considerar que los hechos podían ser constitutivos de un delito de homicidio o asesinato -que el Código Penal castiga con una pena de entre 15 y 20 años-, o que se considerara un supuesto de aborto, que según el artículo 145 del Código Penal lleva aparejada sólo una pena de multa de 6 a 24 meses.
De la declaración de la Sara L. H., lo único que se ha conocido debido al secreto que pesa sobre las actuaciones, es que la mujer reconoció a los agentes ser la madre del pequeño, pero se desconocen los detalles sobre cómo y cuándo se produjo el parto, o cómo ha podido ocultar el embarazo tanto a su familia como al resto del vecindario, que no se había percatado de que estaba encinta. Las pruebas de ADN podrán confirmar asimismo si el bebé fallecido es realmente hijo de la detenida, como ha admitido la propia mujer en su declaración.
La inspección ocular practicada por la Guardia Civil el pasado viernes en la vivienda del barrio de Bareta de Pilas, en presencia ya de Sara L. H. en calidad de detenida, no advirtió signos de violencia en el cuerpo del bebé, un feto que era muy pequeño y tendría unos siete u ocho meses de gestación y que apareció envuelto en unos plásticos, según las primeras apreciaciones de los investigadores.
El descubrimiento del cadáver tuvo lugar sobre las seis de la tarde del pasado viernes, cuando el marido de la detenida y uno de los hijos limpiaban el frigorífico. El hombre alertó a un hermano suyo, que es bombero y estaba de servicio, mientras que otra familiar que estaba en la casa alertó al servicio de emergencias 112 anunciando que se iba a quitar la vida al sufrir una fuerte crisis de ansiedad al ver el pequeño cuerpo.
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