La juez encarcela al Dioni y le impone una fianza de 4,8 millones

Sevilla/El Dioni de Almensilla ya está en prisión. Julio Mateos Palacios fue trasladado ayer a los juzgados de Coria del Río, donde se acogió a su derecho a no declarar. La juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Coria, que investiga el desfalco de la urbanización Santa Iglesia, envió a Mateos Palacios a la cárcel y le impuso una fianza de 4,8 millones de euros. El que fuera tesorero de la junta de compensación del sector F de Almensilla fue detenido el pasado lunes en el aeropuerto de Madrid-Barajas, a donde llegó procedente de la República Dominicana. En este país del Caribe pasó Mateos Palacios los quince meses que han transcurrido desde que huyó, en mayo de 2015, con 3,7 millones de euros de los parcelistas de Santa Iglesia.

Al Dioni de Almensilla se le imputan los delitos de apropiación indebida agravada, falsedad documental y delito societario, según indicaron ayer fuentes judiciales. Mateos Palacios habría cometido estos delitos como tesorero de la junta de compensación de Santa Iglesia, creada para urbanizar y regularizar la barriada. Los parcelistas llegaron a poner hasta 3,7 millones de euros. El Dioni tenía acceso a este dinero como persona autorizada para gestionar las cuentas bancarias, se apropió del mismo y desapareció. Después de salir de España, envió un correo electrónico al presidente de la junta de compensación informándole de lo que había hecho.

Durante quince meses, el Dioni se ha dado una vida de lujo en la República Dominicana, donde incluso ha llegado a poner en marcha una empresa para distribuir y comercializar aceite de oliva. Ya en España tenía otra causa abierta con la Justicia por una presunta estafa en este sector, puesto que vendía como aceite de oliva virgen extra un aceite que en realidad era una mezcla de aceite de semillas y lampante, no apto para el consumo humano. En las partidas de sus marcas sólo se halló un 10% de aceite de oliva virgen extra. Esta trama del aceite adulterado la investiga un juzgado de Sanlúcar la Mayor, que mantiene imputado por un delito contra la salud pública a Mateos Palacios. Además tiene otra imputación por estafa en un juzgado de Dos Hermanas.

El Dioni fue deportado de la República Dominicana por encontrarse de manera irregular en el país. Llegó el lunes al aeropuerto de Barajas, donde lo esperaba la Policía, que lo detuvo, en cumplimiento de la orden internacional de detención e ingreso en prisión que pesaba sobre él. Fue llevado ante un juzgado de Madrid, que se inhibió ante el de Coria. Los dos últimos días los pasó en la prisión de Soto del Real, desde donde fue conducido ayer por la Policía a los juzgados de Coria.

Desde primera hora de la mañana lo esperaban, a las puertas del edificio judicial, decenas de afectados por el desfalco de Almensilla. "Yo no me voy de aquí hasta que no lo vea" dijo a Efe Antonio Serrano, uno de los afectados por el desfalco, que observaba cada coche policial que se aproximaba con detenimiento, intentando vislumbrar a través de los cristales tintados el rostro del presunto estafador.

Antonio, como la mayoría de los afectados, es pensionista y sus ingresos son reducidos, por lo que la pérdida de lo que depositaron y se llevó Mateos, sumado a la deuda impagada con el banco, ha llevado a muchos de ellos a situaciones verdaderamente dramáticas. "Estamos como mendigos", señaló Serrano, porque muchos de los propietarios "sólo tienen esa casa" y no tienen más remedio que vivir en ellas.

Andrés Castañeda, otro de los perjudicados, que ha perdido cerca de 50.000 euros, explicó que "en la urbanización cualquiera que tire una colilla" puede provocar un incendio, pues el pasto se alza un metro sobre la superficie del suelo, y señaló que los caminos están en tan mal estado que "los baches están rompiendo los coches". El dinero destinado a asfaltar las calles se lo llevó el Dioni. Este vecino confesó que sólo tiene "seiscientos euros de paga", lo que no le llega para pagar las deudas, por lo que tiene que recurrir a su familia, a la que tiene "arruinada".

Poco después de las once de la mañana, el vehículo que trasladaba a Julio Mateos Palacios se introdujo en el aparcamiento de los juzgados tras una valla que se cerró a su paso para facilitar la protección del detenido. No obstante, la separación física no libró al Dioni de ser increpado por los vecinos, que le acusaron de "arruinarles" la vida y de "asesino", y le desearon "que se pudra en la cárcel". Algunos se emocionaban. "No llego ni para pasar el mes y tenemos que pagarlo todo", manifestó Dolores Gutiérrez con la voz entrecortada por el llanto, que añadió que todos los afectados son "gente humilde, padres de familia y muchos pensionistas".