La defensa cree que no hay indicios contra la parricida de La Juliana
Bollullos de la mitación/La defensa de Natividad Cantero, la presunta asesina de su ex marido, el directivo del BBVA Andrés Toro Barea, ha presentado un recurso contra el auto de procesamiento, al estimar que no existen indicios para procesar a la ex pareja de la víctima por los delitos de asesinato u homicidio.
El abogado Manuel Castaño, que representa a la acusada, aseguró ayer que ha recurrido el auto de procesamiento del titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Sanlúcar la Mayor, al entender que los indicios que aparecen en la resolución judicial "no existen". Castaño asegura que el juez ha recopilado en el auto de procesamiento todos los elementos que incriminan a Natividad Cantero, pero "ha obviado todo aquello que puede favorecerla".
A juicio del letrado defensor, en la fase de instrucción de la causa -que ahora ha llegado a su fin-, hay hechos suficientes para "entender que no hay indicios mínimos" para procesar a la ex esposa del ejecutivo de banca que falleció tras recibir dos disparos el 15 de junio de 2008.
El abogado ha presentado un recurso de reforma ante el propio juez, que con toda probabilidad confirmará el procesamiento, por lo que será finalmente la Audiencia de Sevilla la que deba pronunciarse sobre el procesamiento de Natividad Cantero como presunta autora del asesinato de su ex marido.
La defensa considera que el juez ha valorado la declaración del vigilante de seguridad de la urbanización La Juliana, que aseguró que la tarde del crimen la presunta parricida accedió al chalé en torno a las tres o tres y media de la tarde y no salió hasta varias horas después, cuando a judicio de la defensa este testigo ha ofrecido "distintas versiones de los hechos" a lo largo de la fase de instrucción.
El abogado defensor también cuestiona la declaración de Juan J. F., un tío político de la acusada que ha declarado que ésta le confesó el crimen al día siguiente cuando coincidieron en el hospital y que además aseguró que hace unos siete años regaló al matrimonio una pistola similar a la que se pudo emplear en el crimen y que no ha aparecido. Según un informe de la defensa aportado a la causa, este testigo principal del caso padece un "trastorno paranoide de la personalidad" por el que está en tratamiento desde el año 2003, por lo que su testimonio no debería ser tenido en cuenta. El juez ha descartado precisamente procesar a esta persona por un delito de encubrimiento, ya que estima que no hay indicios suficientes de que haya participado de ninguna forma para ocultar o inutilizar el cuerpo del delito.
El móvil que pudo llevar a Natividad Cantero a asesinar a Andrés Toro, según la resolución judicial, es una mezcla de celos y problemas derivados de un complicado divorcio, en el que los cónyuges discutieron por las cláusulas económicas, la pensión compensatoria y la titularidad del chalé de La Juliana, que Natividad Cantero quería que pasara a sus hijos.
El auto del juez recoge que la ex mujer amenazó de muerte en varias ocasiones a Andrés Toro, que murió por un síndrome anémico agudo derivado de los dos disparos que recibió.
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