La conquista de la tierra
Marinaleda
Una moderna industria agroalimentaria hace de la fábrica de conservas de Marinaleda un lugar donde la calidad prima en cada uno de los procesos que llevan a cabo Las instalaciones deportivas en Marinaledason de primer nivel y permiten a todos sus habitantes practicar cualquier tipo de deporte
En la comarca de Sierra Sur, y situada en la cuenca del Genil, encontramos un pequeño pueblo eminentemente agrícola que basa su economía en la producción agroalimentaria: Marinaleda. La Cooperativa Humar - Marinaleda, nacida de las luchas jornaleras a principios de los años 90 del siglo XX, es un proyecto colectivo cuyo objetivo, cuentan desde el municipio, "no es el beneficio privado, sino la creación de empleo a través de la venta de productos hortícolas saludables y de calidad".
Surge entonces la fábrica de conservas de Marinaleda que ha permitido potenciar la industria agroalimentaria en el municipio sevillano y posicionarlo como un referente del sector." Inicialmente empezamos a sembrar las hortalizas, cereales y olivar, hace sobre 18 años. La fábrica empezaría algo después, hace unos 14 años", explica Antonio Aires Gálvez, gerente de la conservera. La industria, continúa, "ha significado el quedarnos con el valor añadido, el hacer rentables en el campo cultivos que, de otra manera, serían ruinosos y crear nuevo empleo, sobre todo para las mujeres". Pero, al mismo tiempo, "la industria agroalimentaria ha permitido hacer competitivos nuestros productos en el mercado nacional e internacional y dejar de ser simplemente vendedores de materias primas para transformarnos en vendedores de productos manufacturados.
Productos y diferencia. "Primero sería la industria del pimiento del piquillo, luego sería la industria de la alcachofa. Más tarde hicimos habitas fritas en aceite de oliva. También hicimos un molino de aceite en el que la aceituna que posee el cortijo, unas 352 hectáreas, es transformada en aceite", comenta Aires, para quien "nuestros productos, están controlados en todas las fases de su proceso de producción, asegurando así la trazabilidad del producto desde la siembra hasta el envasado, porque nos preocupa el carácter ético que toda actividad económica debe tener, y mucho más lo relacionado con la seguridad alimentaria".
Antonio Aires reconoce que, la principal diferencia de la conservera es "la ideología de partir de la base de creación de empleo. Cada una de las cosas que hemos ido haciendo en la fábrica ha sido siempre valorando la actividad que más puestos de trabajo pudiera dar, ya que consideramos unos de los derechos fundamentales del ser humano el poder tener un puesto de trabajo para poder subsistir".
Cuando El Humoso no producía como actualmente lo está haciendo, recuerda Aires, "había mucho más desempleo y emigración. El crear puestos de trabajo ha influido directamente en muchas personas de Marinaleda y de otras localidades que pueden, al mismo tiempo, fomentar el consumo".
Aunque van por buen camino, en esta localidad son conscientes que necesitan crecer: "necesitamos más tierras e industrias para ser capaces de producir más volumen y mejor calidad de empleo durante los 365 días del año en pro de un desarrollo sostenible".
En la red www.cooperativamarinaleda.es/
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