El conflicto de la gasolinera se recrudece y la plantilla cumple 7 días de encierro

Los nueve trabajadores de Sodeoil, empresa que gestiona la gasolinera del Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe en Ciudad Expo, cumplieron ayer su séptimo día de encierro en las instalaciones, en las que están desde el 1 de mayo, cuando el gobierno local del PP ordenó su cierre por falta de combustible en los tanques y de dinero para llenarlos. No se ha producido un acercamiento entre las partes, aunque fuentes del equipo del alcalde, Ricardo Tarno, destacaron que se ha intentando a través del gerente de Sodefesa, la empresa municipal que es el socio único de Sodeoil. También se sigue negociando para intentar llenar los depósitos de combustible y que las instalaciones puedan reabrir, según las mismas fuentes, que apuntaron a que puede haber novedades el jueves, cuando se celebra un consejo de administración de Sodefesa en el que se tomarán decisiones.

Lejos de la normalización, el gobierno local relaciona esta protesta de la plantilla de la gasolinera -que el Consistorio quiere ceder a una empresa del sector- con algunos incidentes que se han producido en el municipio durante los últimos días, incluido un supuesto intento de agresión al regidor la noche del viernes. Según los encerrados, el coche del edil apareció justo cuando, durante una concentración de apoyo, intentaban cortar el tráfico en la rotonda de Ciudad Expo. La plantilla niega que tenga que ver nada con los incidentes que se han denunciado a la Policía Local (pintadas en la casa del edil del PA y destrozos en el coche de la secretaria del alcalde) y considera que todo es una campaña para desprestigiarles. El Ayuntamiento también analiza si el encierro puede implicar algún problema de seguridad, dado el tipo de establecimiento del que se trata.

El gobierno local había anunciado su intención de desprenderse de alguna manera de este negocio, inusual para un Ayuntamiento y que es deficitario por la gestión anterior que ha heredado, dice, ya que Sodeoil acumula pérdidas por más de 352.000 euros que hacen peligrar incluso a Sodefesa, con 16 personas más en plantilla. Las pérdidas se deben, según fuentes sindicales, a que los vehículos municipales repostan en esta estación sin abonar el combustible. De ahí que consideren la orden de cerrar las instalaciones por falta de combustible -dicen que sí lo había- un "cierre patronal". El traspaso de los nueve trabajadores que quedan -tres ya fueron despedidos en marzo- a una empresa implicaba que las condiciones de éstos se adapten al convenio del sector privado, mientras que ellos reclaman que se les dé seguridad y consideran que el objetivo final es despedirles. Uno de los afectados es el hermano del ex alcalde socialista Antonio Conde, encargado en el establecimiento.