El loco del chándal intentó fabricar una coartada para exculparse
La juez lo envió a prisión por el "riesgo de fuga" y para evitar la destrucción de pruebas y que actuara contra los bienes de las víctimas
Manuel González González, conocido como el loco del chándal, intentó fabricarse una coartada con testigos para exculparse de los incendios provocados en las viviendas de dos hermanas del ex alcalde de Almadén de la Plata, José Luis Vidal. La juez lo envió a prisión por el "considerable riesgo de fuga" y para evitar la ocultación y destrucción de pruebas, así como para evitar que "actuara contra los bienes jurídicos de las víctimas".
Así consta en el auto de prisión dictado por la juez única de Cazalla de la Sierra, Nuria Osuna, al que ha tenido acceso este periódico y en el que la instructora aprecia indicios de comisión delictiva en la "actuación concertada y amparada por su círculo familiar y de amistades, como se deriva de los movimientos de localización del mismo a través de los controles de tráfico, y las falsas indicaciones de los testigos y de sus familiares, y las contradicciones existentes en relación con el paradero del investigado el día en que tuvieron lugar los hechos".
Dice la juez que uno de los testigos reconoció a la Guardia Civil que no estuvo con Manuel González el 12 de marzo pasado, cuando se produjo uno de los incendios en la vivienda de una de las hermanas, y además aseguró que elloco del chándal le dijo lo siguiente: "Tú di que estuve en tu casa, que nos viste en tu casa".
La juez añade que, además, se cuenta con un dato objetivo como son las llamadas efectuadas desde el domicilio de Almadén el 11 de marzo y la declaración de un testigo protegido que sitúa a Manuel González en la localidad de Almadén horas antes del incendio.
La instructora también destaca la transcripción de un pinchazo telefónico de una conversación del loco con un sobrino suyo en relación a la "búsqueda de testigos" que puedan dar una coartada sobre la localización de Manuel González el día de los hechos.
Pero lo más llamativo para la juez resulta de la propia declaración del investigado, "que padece amnesia selectiva", dice la magistrada, porque "sólo recuerda que estuvo el domingo en el centro comercial de Bonarea" y él mismo se interesó por si había allí cámaras, "a efectos, sin duda, de buscar una coartada", precisa la juez.
En su declaración, manifestó que no recuerda si estuvo ese fin de semana en Sevilla y tanto Manuel como su hermano niegan tajantemente haber estado en Sevilla durante las dos últimas semanas, "a pesar de que todos los indicios indican que estuvo en la localidad de Almadén de la Plata el día de los hechos".
El propio acusado reconoció como suyos los espráis y el bidón de gasolina hallados en su casa, los cuales fueron encontrados por la Guardia Civil en la entrada del patio de su vivienda.
La juez valora entre los indicios la existencia de vestigios dejados por los acelerantes en el lugar del incendio, unido todo ello a los antecedentes de los enfrentamientos con la familia del ex alcalde José Luis Vidal, habiéndose presentado múltiples denuncias entre las partes. Esa "animadversión" hacia la familia de Vidal deriva, además, según la instructora, de las "múltiples manifestaciones realizadas por ésta en contra de que Manuel llevase a cabo la intención de fijar su residencia en la localidad de Almadén".
En cuanto a la intervención de José González en los hechos, la juez señala que éste había asegurado en sus declaraciones policiales que estuvo con su hermano Manuel el fin de semana del 10 al 13 de marzo en su casa de Martorell y también que en las intervenciones telefónicas "puede apreciarse la búsqueda de testigos con le fin de otorgar una coartada a su hermano el día del incendio".
La juez le impuso a José la prohibición de residir en Almadén de la Plata con el fin de "evitar el riesgo de ataque contra el derecho de las víctimas, así como que pueda persuadir a los vecinos de la localidad de Almadén a declarar como testigos contra su hermano".
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