Cuando el camino acaba en tragedia
Almadén de la Plata
Muere un inglés cuando realizaba la peregrinación a Santiago por Almadén de la Plata con casi 40 grados. En agosto ya se rescató en Castilblanco a otro peregrino deshidratado.
Hacer el camino de Santiago sin tomar las debidas precauciones tiene riesgos muy altos. En lo que va de verano se han producido dos casos en la provincia de Sevilla -y en lugares bastante cercanos- de dos peregrinos afectados por las altas temperaturas. El último episodio tuvo lugar el pasado domingo, cuando murió un ciudadano inglés que se encontraba recorriendo el trayecto entre Castilblanco de los Arroyos y Almadén de la Plata. Dicha jornada ha sido una de las más calurosas de este año, con valores que en el momento del fallecimiento alcanzaban los 40 grados. Numerosas asociaciones de peregrinos aconsejan diseñar las etapas del camino acorde con la predicción meteorológica, de ahí que haya que evitar, en la medida de lo posible, andar durante las horas de más calor.
La confirmación llegó ayer por la tarde, una vez realizada la autopsia al cadáver. Un golpe de calor había acabado con la vida de un inglés, de 70 años, que recorría el tramo del camino de Santiago entre ambas localidades sevillanas. Según indicaron a este periódico fuentes del Servicio de Emergencia 112 de Andalucía, a las 14:00 se recibió una llamada de personas que se habían encontrado a este peregrino en un estado de deshidratación y con claros síntomas de haber sufrido los efectos de las altas temperaturas que desde el fin de semana pasado azotan la provincia sevillana. Quienes lo encontraron se percataron de que esta persona carecía de agua y comida.
Aquel día se alcanzó una máxima en Cazalla de la Sierra -donde se encuentra la estación más cercana de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)- de 37,6 grados. El peregrino había dormido la noche anterior en el albergue de Castilblanco de los Arroyos, donde suelen pernoctar quienes recorren la Vía de la Plata desde la capital hispalese. Cuando los servicios sanitarios del 061 llegaron al lugar donde indicaba la llamada, sólo pudieron certificar su fallecimiento.
Aunque, por fortuna, no acabó en muerte, a principios del pasado agosto se produjo un caso muy similar a éste, también en la Sierra Norte. En aquella ocasión fueron los agentes de la Guardia Civil de la Sierra Norte y la Policía Local de Guillena quienes rescataron a un peregrino de 65 años que se había perdido en un camino forestal de Castilblanco de los Arroyos. Cuando fue localizado, presentaba también claróns síntomas de deshidratación.
El rescate se produjo el martes 2 de agosto. Aquella jornada las máximas rozaron los 38 grados, con fuerte viento de Levante. El peregrino, de 65 años y vecino de Lebrija, había iniciado por la mañana el camino desde Camas. A las 18:00 llamó a los Servicios de Emergencia para alertar de que no se sentía las piernas y que estaba muy mareado. Se encontraba entre Guillena y Castilblanco, cerca de una yeguada. Los agentes tardaron más de dos horas en localizarlo. Fue localizado a cuatro kilómetros de Castilblanco, en una pista forestal no transitable para vehículos. Cuando dieron con él, estaba semitumbado bajo un árbol, desorientado y deshidratado. Ante este estado, fue llevado al centro de salud de Castilblanco y posteriormente al Hospital Virgen de Valme.
En ambos casos se trata de personas que realizaron buena parte de la etapa del camino de Santiago que discurre por la provincia de Sevilla a unas horas donde las temperaturas se encuentran bastante elevadas, rozando los 40 grados. A ello hay que añadir el calor corporal producido por el desgaste físico al andar y por la mochila en la que se lleva la ropa, los víveres y demás enseres necesarios para la peregrinación compostelana.
Cuando alguien realiza el camino hasta el Patrón de España lo primero que debe hacer, antes incluso de salir de casa, es conocer la predicción del tiempo. Saber si hará calor o frío durante los días de peregrinación resulta fundamental para diseñar cada etapa. En función de esta información, se establecerá la hora de salida y la duración del trayec to. En este punto, hay que tener en cuenta que la mayoría de quienes deciden a emprender la senda hasta la tumba de Santiago lo hacen en verano, al disfrutar durante esta época de las vacaciones. En caso de que así sea, los expertor recomiendan no demorar la hora de salida más allá de las seis de la mañana. De esta manera, al margen de aprovechar que en esta época del año amanece antes, se anda durante las horas en las que los efectos del sol aún son tenues. La hora de llegada al albergue u otro establecimiento de pernocta tampoco debe ser más tarde de las doce del mediodía. Estas recomendaciones horarias son aplicables, especialmente, para las zonas del norte; es decir, para los que, por ejemplo, hacen el camino desde Ponferrada. Por tanto, en el caso de quienes parten desde Andalucía, dichos consejos hay que extremarlos. La hora de llegada a los albergues -en jornadas de ola de calor- no debe postegarse más allá de las once de la mañana, aunque ello suponga tener que ponerse a andar antes de las seis.
No obstante, quienes han realizado el camino de Sevilla aconsejan que éste se realice en los meses en los que el calor no es tan incisivo. Abril y octubre son los mejores, aunque cuenten con menos horas de luz solar. Hacerlo en los meses de invierno complica la peregrinación por la aparición de nevadas en las provincias del norte español y por la ropa de abrigo, por lo que la carga se multiplica. Un peso que en ningún momento debe superar los 10 kilos. En 2013 los Bomberos de Navarra tuvieron que rescatar a un grupo de coreanos que se habían quedado atrapados tras una tormenta de nieve.
Si, finalmente, no queda otra alternativa que la de hacer el camino en verano, siempre se deben0 usar cremas de alta protección solar antes de andar y alguna gorra o sombrero. También resulta imprescindible llevar cantimplora y reponerla en cada fuente de agua potable. Los médicos aconsejan que, en caso de cansancio, se tome alguna bebida isotónica. No debe haber exceso en las comidas. Mejor tomar alimentos ligeros y esperar la llegada al albergue para almorzar. Así se evitan cortes de digestión.
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