El bebé de Santiponce murió de una insuficiencia cardiorrespiratoria aguda

El bebé de Santiponce murió de una insuficiencia cardiorrespiratoria aguda, según se desprende de las primeras conclusiones de la autopsia practicada al recién nacido en las dependencias del Instituto de Medicina Legal de Sevilla. El juzgado de Instrucción número 6 de la capital andaluza, que lleva actualmente la causa en relación con la muerte del bebé, ha recibido ya el adelanto de la prueba forense.

El juzgado, que era el que estaba de guardia de incidencias en el momento en el que ocurrieron los hechos, está a la espera de recibir la ampliación de la autopsia y el atestado, que está elaborando la Guardia Civil, según informaron este jueves fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Por su parte, la Guardia Civil informó de que está a la espera del resultado de las pruebas del Instituto de Toxicología practicadas al bebé hallado muerto para confirmar la causa de la muerte del recién nacido. Según fuentes del instituto armado, estas pruebas, que se hacen siguiendo el protocolo habitual en estos casos, “permitirán obtener indicios para determinar las circunstancias del fallecimiento del neonato”. Fuentes del caso precisaron que estas pruebas permitirán conocer si el niño nació muerto por tragar líquido amniótico o cualquier otra circunstancia ocurrida durante el parto, o si bien falleció una vez nacido.

La Guardia Civil añadió que, una vez activada la comisión judicial, el laboratorio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOP) del instituto armado en Sevilla realizó una inspección técnica ocular de la vivienda en la que ocurrieron los hechos. La investigación la está llevando el Equipo Mujer Menor (Emume), la unidad que se encarga de investigar todos los casos relacionados con la violencia familiar, de género o con menores afectados.

La Guardia Civil, añadieron las mismas fuentes, no dará oficialmente ningún motivo de la muerte del bebé ni tampoco ninguna información al respecto, "hasta la obtención de los resultados de dichas pruebas". Los padres del recién nacido tienen 16 años de edad y habían ocultado el embarazo. Los investigadores creen que también habían tratado de ocultar el parto hasta que ya no fue posible seguir tapándolo.

La madre dio a luz en la vivienda de sus suegros, en el municipio de Santiponce, y acudió después con un familiar a Urgencias del Hospital de la Mujer porque tenía una fuerte hemorragia. Allí comunicó que había dado a luz y que creía que el recién nacido estaba muerto. El niño había quedado en la casa, envuelto en una toalla o manta y oculto en un armario. Fue entonces cuando el personal médico que le atendió le pidió a la madre que se pusiera en contacto con alguien que estuviera en la casa y que le mandara fotos del bebé.

La madre quedó ingresada en el Hospital de la Mujer, donde se recupera de las lesiones sufridas en el parto, mientras que el hospital, siguiendo el protocolo establecido para casos como éste, avisó a la Policía Nacional y al servicio de emergencias sanitarias del 061. Los profesionales de este departamento se desplazaron a la vivienda de Santiponce y sólo pudieron certificar la defunción del recién nacido. La Policía derivó el caso a la Guardia Civil y la comisión judicial ordenó el levantamiento del cadáver pasadas las 2:30 del miércoles.